Posterior al excelente año 2015, donde peleó el campeonato hasta las últimas fechas y perdió la final de la Copa Argentina ante Boca con un polémico arbitraje de Diego Ceballos, llegaba el 2016 con ilusiones renovadas. Eduardo Coudet siguió siendo el entrenador y potenció el rendimiento del equipo a base de errores.

Sin Nery Domínguez y Mauricio Caranta, quienes habían sido claves para el equipo, los Canallas afrontaron el primer semestre del año, donde debían disputar el Torneo de Trancisión y la Copa Bridgestone Libertadores.

En principio, el alto rendimiento que mostró Central, sobre todo en la victoria en el clásico por la fecha dos del torneo local, hacía que tanto la gente, como representantes del club se ilusionen con la posibilidad de ser campeón. A decir verdad, daba la sensación de que ningún otro equipo estaba a su nivel.

Las complicaciones empezaron a llegar cuando con un plantel corto, intentaron hacer frente en las dos competiciones. Las lesiones empezaron a llegar, con la de Marcelo Larrondo como la baja más sensible, justo después de empezar a consolidar un delantera temible con Marco Ruben.

El desgaste se hizo presente, siendo determinante en varios partidos, haciendo que Central resigne obligatoriamente el torneo local y se enfoque de lleno en la Copa Libertadores. En la misma, también venía cumpliendo con un gran rol, siendo uno de los equipos más respetados de la competencia.

En los cuartos de final de dicha Copa Libertadores, Central enfrentó a Atlético Nacional de Medellín, equipo que había quedado posicionado como el mejor de la fase de grupos. Además, llegaba invicto a esta instancia.

En el partido de ida, el Canalla venció en el Gigante de Arroyito por la mínima al conjunto Verdolaga, con un golazo de media distancia de Walter Montoya. Esa misma noche ocurrió un hecho que trajo consecuencias a futuro: Javier Pinola fue fracturado por Daniel Bocanegra.

En el encuentro de vuelta, en el estadio Atanasio Girardot, pese a que Central se puso en ventaja con un penal de Marco Ruben, Atlético Nacional fue quién logró la clasificación, definiendo la llave a falta de 30 segundos.

A partir de ahí, Eduardo Coudet puso en duda su continuidad como entrenador del primer equipo. Sin embargo, el Chacho siguió a cargo y afrontó una larga pretemporada, con el objetivo de volver a pelear arriba.

En ese largo parate, se disputó la Copa Santa Fe, en la que tanto Central, como Newell's pusieron en cancha a sus respectivas reservas. En los cuartos de final se cruzaron y los Leprosos fueron quienes avanzaron a semifinales definiendo desde los penales, posterior a un resultado global sin goles.

Poco le duró la angustia a los Canallas, ya que se trataba de una competencia no oficial. Con lo que si se entusiasmaron fue con el equipo competitivo que estaba armando Eduardo Coudet, quién tenía que sustituir grandes bajas, como la de Franco Cervi, Alejandro Donatti y la polémica de Marcelo Larrondo.

En aquel mercado de pases, la comisión directiva Canalla fue una de las que más movió dinero en el país. El arribo más resonante fue el del colombiano Teófilo Gutiérrez, proveniente del Sporting de Lisboa. Además, llegaron Mauricio Martínez, Marco Torsiglieri, Washington Camacho, entre otros.

El debut por el Campeonato de Primera División 2016/17 fue ante Defensa y Justicia, donde Central desmotró una primera etapa de alto rendimiento e hizo figura al arquero del Halcón, ya que no pudo romper el cero. Sin embargo, el tridente ofensivo de Lo Celso, Teo y Ruben generaba grandes expectativas.

Con el correr de los partidos, ese primer tiempo quedó en la memoria, ya que el elenco de Eduardo Coudet no hizo pie. Su principal falencia estaba en la conformación de la zaga central, ya que nunca encontró reemplazo para Alejandro Donatti y Javier Pinola.

La derrota en el clásico ante Newell's en la séptima jornada (La cual significó el fin de una racha positiva de diez partidos sin perder ante su eterno rival) hizo que el Canalla se enfoque solamente en la Copa Argentina.

En dicha competición, un año más tarde de la final ante Boca, en la misma cancha y en el mismo horario, Rosario Central tuvo su revancha y eliminó al Xeneize en los cuartos de final. Aquella noche, la ilusión volvió a nacer, con el sueño de disputar otra final.

Los Canallas llegaron a dicha instancia, pero ésta vez fue ante River, el rival que a Central más le costó vencer en toda la historia. Aquella noche, el elenco de Eduardo Coudet estuvo a 20 minutos de coronar los dos fructíferos años de trabajo, sin embargo el Millonario lo dio vuelta, quedándose con el título y la clasificación a la Copa Libertadores 2017.

La final perdida, la cual fue la tercera consecutiva para la institución, hizo que Eduardo Coudet opte por dejar su cargo como entrenador del primer equipo. Si bien los hinchas expresaron las ganas de que el Chacho se quede, no hubo consuelo que lleve atrás su decisión.

Leonardo Fernández, entrenador de la Reserva, fue quién se hizo cargo del plantel en la última fecha, frente a Belgrano en el mismo estadio de la final, el Mario Alberto Kempes. Allí, un Central plagado de juveniles venció con actitud al conjunto Pirata, cerrando con una sonrisa un año con un rendimiento decreciente.

A días del 2017, se confirmó el sucesor de Eduardo Coudet. Se trata de Paolo Montero, quién ha tenido una jugosa carrera como jugador y viene de dirigir tácticamente a Colón de Santa Fe. Sólo resta definir lo económico, para que el entrenador comience a trabajar con el plantel a partir del 5 de enero.