El Club Atlético Boca Juniors hace 41 años contrataba a un emblema del club y del fútbol argentino. Estamos hablado de Hugo Orlando Gatti, guardameta que venía de cubrir los tres palos de Unión de la provincia de Santa Fe y venía con la misión de adueñarse con el arco de Boca, algo que en la actualidad no han logrado desde la ida de Agustín Orión.

El Loco, como le decían por sus habituales locuras en la cancha (en la que se destaca una corrida hasta la mitad de cancha que terminó en asistencia al Mono Hugo Perotti), es considerado uno de los máximos ídolos de Boca Juniors y uno de los mejores arqueros de la historia del fútbol argentino. En el Xeneize disputó 548 partidos, siendo el arquero con más presencia en la historia del club de la Ribera. Estuvo hasta el año 1988, año de su retiro, con lo cual cerró una etapa fantástica en la valla boquense.

En los 12 años que estuvo en el club, el guardameta consiguió 6 títulos. El primer año ya consiguió dos consagraciones, donde fue figura en varios partidos para que Boca se consagre en el Torneo Metropolitano y el Torneo Nacional de la temporada 1976. Al año siguiente, Gatti saca chapa de sus cualidades y ataja el penal decisivo que le da por primera vez el título de la Copa Libertadores al Xeneize. Al año siguiente Boca repitió el título a nivel internacional y le sumó la Copa Intercontinental frente al Borussia Monchengladbach. La última copa que levanto fue el Metropolitano 1981, muy especial para él debido a que había perdido la titularidad y a mediados del torneo, Silvio Marzolini lo devuelve al once inicial y el Loco no defrauda y es importante en la obtención del título del equipo que contaba entre sus filas con Diego Maradona.

Hugo Gatti es y será una figura respetada en el club, a pesar de que en los últimos años como futbolista no tuvo el protagonismo deseado, siempre será recordado por las provocaciones hacia los rivales y por ser una pieza clave de la formación de Boca en los años de gloria.