En un partido sin mucho brillo individual, de parte de ninguno, sin lugar a dudas quien se va a llevar las tapas de los diarios es el goleador veraniego del xeneize. Insatisfecho con su tanto ante Estudiantes, el ex delantero de Gimnasia volvió a anotar para que su equipo no se quede con las manos vacías en su encuentro con San Lorenzo.

Su entrada en el entretiempo cambió completamente la dinámica del ataque de los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto. Tras un primer tiempo en el que las chances no llegaban a ser finalizadas, con un Darío Benedetto apagado, Nazareno Solís lejos del área y Fernando Zuqui complicado jugando como extremo, el hermano del jugador de Racing aportó el último toque.

Cada vez que tocaba la pelota intentaba llegar al arco, y tuvo un cabezazo y un disparo de lejos que estuvieron muy cerca de poner por delante a los de azul y amarillo. Cuando parecía que, tras el gol de Merlini, el Ciclón se podía quedar con el triunfo ante la falta de respuestas ofensivas de su rival, llegó el empate. Este llegó tras una avivada de Pablo Pérez que jugó rápido un tiro libre y realizó una pared con el delantero de 23 años, que quedó lejos del arco y perfilado para su pierna izquierda, la menos hábil.

Sin embargo, una precisa media vuelta entró por la esquina inferior izquierda del arco defendido por Sebastián Torrico y selló el 2-2 definitivo. Con este, su segundo tanto en dos amistosos, le pone presión a su entrenador a la hora de elegir entre él y el ex delantero del América para ser el 9 titular. Cabe recordar que en los últimos cuatro encuentros del 2016 convirtió cuatro tantos y tuvo grandes rendimientos.

La presión es de los mellizos. Pipa, Walter, o cambiar el esquema que tan buenos resultados viene trayendo y poner a los dos. Dos delanteros con gol y que asustan a las defensas, el problema que todo entrenador quiere tener.