Independientemente de lo que pase en un futuro. Independientemente de los resultados, que cada vez vienen peores. Independientemente de un jugador, un plantel, o un laurel, nuestro fútbol se desangra.

Me retracto de decir que tocamos fondo, porque de 75 votos la votación termino 38 a 38, de una infinidad de proyectos (Menotti incluido) para juveniles, se eligió uno que no presento nadie. Se debe mucha plata, el fútbol no arranca, los clubes se hunden. Es el preludio del infierno, porque hay un Oasis futbolístico, y la selección mayor, con estrellas mundiales, araña un repechaje. También arañamos la desafiliación, porque cada uno piensa en su club, y no en la Asociación.

También, florecen las escuchas telefónicas, pidiendo “hablar” con un árbitro y donde el presidente de la AFA, alienta por UN equipo. Donde un técnico que perdió solamente un partido oficial de veinte, se vaya por la puerta de atrás porque le quisieron manipular el equipo. Se intenta tapar todo con el dedo, y no estoy a favor de quedar afuera de una Copa del Mundo, por gente que mira su propia nariz, y no la del otro.

El detonante de esta opinión es la paupérrima actuación en dos partidos del hexagonal, junto con las vergonzosas escuchas entre Angelici y Segura. Argentina es hexacampeon mundial juvenil. Tiene material de sobra, aunque últimamente se resuma en un puñado de jugadores de Capital Federal y individualidades. No somos capaces de clasificar cuando entran 4 de 6, cuando hace 10 años éramos campeones mundiales con la mitad del equipo, jugando actualmente en la mayor. Lo anterior mencionado, pensando a futuro es perverso. Las estadísticas y el tiempo pone cada cosa en su lugar.

Toda acción tiene su consecuencia, y ya la estamos viendo. Ya nos quedamos afuera en 2013, ya vimos como un Grondonita jugaba con un defensor y 5 de delanteros. Ya vimos como las 3 juveniles (Sub 17, Sub 20 y Sub 23) se quedaban afuera en 1era ronda por primera vez en su historia. Qué más tenemos que ver? No hace falta decirlo. Estamos a tiempo.