El día de ayer fue bastante movido para Boca. Había llegado Daniel Angelici, mandamás del club, quien había cortado sus vacaciones por el simple hecho de que necesitaba aclarar un problema grave en la entidad. Estamos hablando de la pelea que tuvieron Juan Manuel Insaurralde y Jonathan Silva, defensores del club de la Ribera, quienes se trompearon y tuvieron que salir sus compañeros a separarlos.

Sabido de la situación, el Tano, ya en Casa Amarilla venía predispuesto a mandar una sanción durísima para ambos jugadores pero su director técnico, Guillermo Barros Schelotto, fue a pedirle explícitamente que no ponga mano dura. Al cabo de la reunión que mantuvo con el DT, salió a la prensa la sanción: tendrán 15 días de suspensión, sin poder cobras sus sueldos y determinadas primas y, deportivamente, sólo podrán entrenarse con sus compañeros, algo que ya han hecho, y no estarán presentes en la nómina de convocados para el partido del sábado contra Tigre, cotejo que se jugará en La Bombonera.

Hablando de la sanción, se puede concluir que la sacaron bastante barata, debido a que Angelici tenía planeado decirle tanto al defensor central como al lateral que se fueran a la Reserva o los rumores indican que tampoco quería que se entrenen pero fue el Mellizo quien le pidió no perder a ambos jugadores porque no cuenta con gran cantidad de alternativas en sus puestos.

Volviendo a las sanciones, el volante Ricardo Centurión fue quien la sacó barata y pese a que tendrá que acudir al psicólogo una vez por semana debido a sus reiterativos actos de indisciplina, teniendo en cuenta que es un jugador profesional, finalmente no fue sancionado sin goce de sueldo y entrenará con normalidad junto con el resto de sus compañeros.