Nada se modificó. Se mantuvo la diferencia con los escoltas. Y sin Tévez, quien lejos de su Boca querido, en China, ahora empata.

Fue positivo ganar, mantener el empuje después de un parate descomunal. Tres meses sin fútbol pueden hacer perder el ritmo a cualquiera. El Boca de ayer no estuvo fluido, ni cerca de las prestaciones del último semestre 2016. En el primer tiempo costó avanzar, entre la presión made in Falcioni, y los errores propios, pero en el segundo parcial, cuando salió Banfield, Boca comenzó a manejar pelota y espacios. Lo malo fue que parte del corazón creativo del equipo, jugó con antifaz. Caprichosos y egoístas, Centurión y Pavón, atentaron contra las chances ciertas de aumentar la diferencia.

En la primera etapa la estructura defensiva fue permeable. Banfield generó oportunidades. Incluso convirtió en una jugada muy al límite y que sólo con la tecnología, se pudo disipar la duda. Hubo después dos penales y una jugada de gol anuladas a Boca, y en la que no se utilizó la tecnología. Pero eso ya lo sabemos. Los que llevan adelante las transmisiones son reacios a repetir jugadas que favorezcan a los xeneizes. Pedir justicia es en vano, tienen tatuadas otras camisetas en su piel.

Volvamos al fútbol. Boca contraatacó bien. Fue certero. Fabra nos va a acostumbrando a lateral de Barcelona en ataque, y a un dubitativo jugador amateur en defensa. Conviven en él la técnica suprema, con la desconcentración manifiesta. Guillermo seguirá gritando cuando le pase por su lado. Esta vez fue hábil y oportuno en sus centros.

Benedetto estuvo fino para cuando el balón merodeaba frente al arco. No tanto en el manejo de la pelota. Pero la ley del goleador es esa, y para nosotros los bosteros adoradores de Palermo, esa es la ley primera.

Bien el arquero otra vez. Rossi juega bien con las dos piernas, y ataja las que van al arco. Hasta ahora cumple como guardapalos de equipo grande. Sobrio y con reflejos. Y no olvido que tiene sólo 21 años.

Bentancur corrió y jugó. Barrios también. Gago, el cerebro y brújula de este grupo, fue muy marcado en el primer tiempo, después lo descuidaron y comenzó a marcar los tiempos de ataque del equipo.

Boca ganó, conserva la ventaja sobre, su ahora, único escolta, San Lorenzo. Pasamos la mitad del torneo. Resta menos. La semana que viene se juega en casa con Talleres. La Bombonera abrirá sus puertas por primera vez en 2017. Ojalá la fiesta continúe. Allí estaremos.