El Matador, tras tres meses sin actividad oficial, volvió al ruedo oficial, por la 15° fecha del Torneo de la Independencia. El rival, Temperley, seriamente comprometido con el descenso, pero que fue más efectivo en su cancha (donde Tigre no gana desde 2005) y ganó por 3-1, llenando de más dudas al equipo de Pedro Troglio, que sigue estancado en la tabla de posiciones.

¿Para rescatar? La actitud del Matador en los primeros 20 minutos, donde mereció ponerse en ventaja, pagando muy cara la falta de efectividad. En el complemento, ya en desventaja, el visitante logró igualarlo gracias al empuje y al contar con un titán de área: Carlos Luna, que a los 21 minutos del segundo tiempo, aprovechó el centro de Diego Gurri, el debutante, y venció la red de Matías Ibáñez.

El Chino es uno de los máximos artilleros del torneo, llegando a ocho conquistas, a dos de Sebastián Driussi, el goleador del certamen hasta ahora. De cabeza, lleva tres gritos este campeonato (Huracán, Quilmes y Temperley), y alcanza los 97 tantos en Tigre, a tres de los 100. Más allá de sus buenos números personales y que sigue siendo una garantía, el equipo no lo acompañó mucho.

Lo de Gurri fue interesante: se ubicó como volante por izquierda y pisó mucho el área rival, pero falló, al menos, tres ocasiones nítidas de gol: en el primer tiempo, capturó un rebote en el área chica y la mandó arriba. En el complemento, tuvo el 2-2 en sus pies tras un pase de Rincón, pero Ibáñez le ahogó el grito de gol, y Aguirre la sacó en la línea. Lo bueno: buen giro y centro a la cabeza de Luna, que fue el 1-1 transitorio. Buenos movimientos del uruguayo, buena opción, a pesar de su falta de finura para el arco rival.