Se hizo grande gracias a sus grandes actuaciones en partidos complicados y que con nombrar su apellido ya se sabe de quien se trata. Es tan admirado en la actualidad por grandes y chicos debido a su carácter y personalidad, camina por el estadio 15 de Abril y levanta una ola ilimitada de afectos, de aplausos, de miradas y de agradecimientos llenos de recuerdos. Es tan respetado que su figura imponente e inconfundible, logra que los delanteros tiemblen a la hora de definir una jugada. Al cabo, decir Nereo o decir Fernández, es decir el hombre que defiende o que directamente deja la vida en cada partido. Habrá un antes y un después de Nereo. Y la afirmación no es desmesurada.

Nereo tuvo 3 ciclos en Unión de Santa Fe -175 partidos en total-, el primero fue desde 2001 a 2004, el segundo desde 2006 a 2007 y el último comenzó en 2014 y todavía sigue en la actualidad, no sólo siendo titular intocable sino como referente ineludible. Se consagró campeón de un ascenso con el equipo Tatengue en 2014. Se las ingenió para estar adelantado a las jugadas. Descolgó mil centros con una mano cuando hoy la mayoría de los arqueros tiembla cada vez que le llueve una pelota desde el aire. Arma la barrera para que no pase el disparo y si pasa él siempre está ahí para taparlo. Vivió duelos polémicos y adversos contra Colon, el clásico santafesino, pero en su último partido de la ciudad perdió 2 a 0 contra el Sabalero en la cancha de Unión dejando una imagen adversa el equipo y un montón de dudas. Se especializa en atajar penales y jugar con los pies así como lo hace con las manos. Para todo hincha de Unión, es uno de los mejores arqueros de la historia de la institución, convirtiéndose así en el arquero con más partidos jugados ganándole a Nery Pumpido con 174 partidos y a Néstor Nanzer con 164 encuentros. Con el duelo frente a Colon del fin de semana pasado Nereo Fernández cumplió 175 cotejos con la camiseta del Tatengue.