En la semana donde los católicos festejan la fecha de resurrección, el Globo no quiso ser menos y le devolvió la vida a Arsenal.

¿Por qué? Sencillo. Los del Viaducto acumulaban 5 partidos consecutivos con derrota, habían ganado un sólo partido en el campeonato y, como si esto fuera poco, llevaban más de un año sin ganar en condición de visitante. Pero este Huracán todo lo puede.

Primera etapa

Desde el inicio los dirigidos por Humberto Grondona fueron más. Antes de los 5 minutos, Marcos Díaz tuvo que aparecer en dos oportunidades para cerrar su arco.

Entre Wilchez y Brunetta se encargaron de distribuir el fútbol a su antojo a espaldas del mediocampo quemero; hasta que el último mencionado clavó un gran remate de tiro libre y puso el 0-1.

La contracara era el local, que nunca supo romper el planteo de Arsenal. Basta con decir que el jugador más peligroso del Globo fue Romat, su lateral derecho. Además de Mariano González que, con poco, generó un par de jugadas. ¿El resto? Nada de nada.

Los del Viaducto lo pudieron liquidar tras un horror de Bogado (otra falla, y van...), pero increíblemente malograron un dos contra el arquero.

Segunda parte

Con el ingreso de Romero Gamarra, el Globo ganó en todos los aspectos del juego. El Kaku demostró lo que todos, menos Azconzábal, ven: es indispensable para este equipo.

Cuando el joven de 22 años se ahogó, el equipo volvió a caer. Poco pesó el ingreso de Toranzo en el partido, sobre todo porque el Pato debió acomodarse como cinco tapón luego de la expulsión de Nicolás Romat.

En ese contexto, con el panorama muy poco alentador, Huracán encontró el empate. Gonzalez desbordó y le puso un centro a la cabeza de Briasco, para que el juvenil marque su segundo gol en primera.

A pesar de tener uno menos, el equipo fue por más. Envalentonados por el apoyo de su gente, los jugadores del Globo acorralaron a Arsenal en su propia área pero no pudieron concretar ninguna de las aproximaciones.

Para colmo, sobre el final, Sanchez Sotelo puso el 2 a 1 tras un inexplicable y fatídico error de Matías Fritzler.

Con el tiempo cumplido, nadie se salvó de los reproches. Huracán llega al tramo más dificil del fixture con una posición penosa en la tabla de promedios y con pocas certezas. Sí, debe preocuparse.