Luego de que fue la dolorosa derrota ante Olimpo de Bahía Blanca nada más y nada menos que en el Presbítero Bartolomé Grella, estadio donde cayó dos veces seguidas, el director técnico Rubén Darío Forestello sabía de antemano que para recuperarse no iba a contar con tres soldados importantes.

El primero es el defensor Renzo Vera, quien en el último juego sufrió un desgarro en su cuádriceps derecho que le demandará 21 días de recuperación. El ex Tigre venía cumpliendo una notable tarea que lo había afirmado como uno de los indiscutibles. Ahora la tarea de él pasará a manos de Abel Masuero, quien vuelve a su posición natural después de incurrir en algunos juegos como lateral, función que es poco competente y rendidor.

La segunda baja es Marcelo Guzmán, quien llegó a la quinta amarilla y deberá purgar con una fechad e suspensión. Quizás ésta es la baja que menos duele pero de todas formas es de relevancia porque el Patrón se queda sin un hombre en el banco que puede ser claves para despertar al equipo. Nicolás Bertocchi estará auspiciando de falso volante central intentando ayudar al mediocentro Damián Lemos.

Por último, el delantero Fernando Telechea corrió la misma suerte que el Chelo y está sancionado con un partido. El delantero, pese a no estar en su mejor estado de forma en cuestión de goles, cumple una función importante que lo llevó a hacer la única referencia en el área, por encima de Matías Quiroga. El Flaco, el sustituto del ex Quilmes, será el encargado de bajar cada pelotazo que parta desde la zona defensiva y creativa y, además buscará seguir sumando goles en el certamen.