Una nueva edición del clásico rosarino está a la vuelta de la esquina y ambos equipos empiezan a mover fichas. Ésta tarde se confirmó el desgarro de Víctor Salazar en el isquiotibial izquierdo, lo cual lo margina del derby. Además, Cristian Villagra llegó a la quinta amarilla y tampoco estará a disposición del entrenador. Por lo tanto, la incógnita de Paolo Montero pasa por quién tomará la vacante de la banda izquierda.

La primera opción que se presenta es la del juvenil Facundo Rizzi, quién ha tenido pocos partidos en primera división. Sin embargo, el hecho de que sea su puesto natural es una tentación para el entrenador, teniendo en cuenta que las demás alternativas se desempeñan en otras posiciones. Por otro lado, aparece otro de los juveniles, Renzo Alfani, que ha tenido protagonismo con Montero en la pretemporada. El problema es que para realizar dicha variante debe mover a la banda al estandarte de la línea de fondo, Javier Pinola.

Otro de los nombres que aparecen es el de Hernán Menosse, el cual parecía haber sido descartado totalmente por el entrenador, pero teniendo en cuenta la situación, el Talibán podría retornar al once inicial. Por otra parte, aparecen opciones un poco más descabelladas, como el ingreso de Maximiliano Lovera y el retroceso de Washington Camacho o Mauricio Martínez integrando la línea de fondo, con José Leguizamón por derecha y Paulo Ferrari por izquierda.

La realidad es que el correr de los días y las prácticas de fútbol empezarán a darle forma al equipo que planteará Paolo Montero el próximo domingo en el Coloso Marcelo Bielsa. Está en sus manos demostrar la sabiduría de fútbol que tiene y la capacidad para transmitir la euforia uruguaya en un partido que lo amerita.