Tiempo récord para Nacho. El volante, que había sufrido un desgarro en el bíceps femoral de su pierna izquierda hace dos semanas, fue exigido en trabajos con pelota en la práctica de hoy y respondió con total normalidad, por lo que el objetivo se logró, no se perderá el superclásico. Nacho volverá a ser parte del once titular que más le gusta a Marcelo Gallardo y el que volverá al banco será Rodrigo Mora.

En lo que al funcionamiento respecta, River Plate no perderá poder ofensivo, pero recupera la pausa y el pase entre líneas que Fernández puede dar. Con Nacho en cancha, el Millonario vuelve a recuperar el juego bonito que pueden hacer él y Gonzalo Martínez cuando se juntan para proveer de gol a los delanteros Lucas Alario y Sebastián Driussi. Aclarábamos antes lo del poder ofensivo porque Nacho, a pesar de contar con la pausa, sabe cuándo es momento de pasar el balón o de probar de afuera. Nacho es el dueño del juego lirico del River Plate versión 2017.  

Con Rodrigo Mora el equipo pierde esa pausa y se convierte en un equipo un poco más vertical, ya que el uruguayo, como todo delantero, tiene el arco contrario entre ceja y ceja. Cuando no es así, el oriental suele moverse como los antiguos win y siempre buscando el espacio para centrar. Algo un poco dejado de lado en River, ya que en los últimos tiempos se priorizó la pelota al piso. Rodrigo Mora es un gran jugador, pero definitivamente no es un generador de juego, o por lo menos no es lo que acostumbra hacer.