El empate que obtuvieron Central Córdoba y San Martín en la Ciudadela alivió, aunque sea por un momento, al equipo del Sapito Coleoni. Ambos combinados dieron muestras de que el partido estuvo signado por emociones y goles de muy buena manufactura, a pesar de que en ciertos tramos del juego hubo muchas imprecisiones y un dominio del juego físico.

La actualidad futbolística de ambos intérpretes se debe a su lucha, a su hidalguía y a su fortaleza para afrontar obstáculos dificiles durante su incursión en el Federal A. La tercera categoría del fútbol nacional se caracteriza por el predominio de la fricción en el desarrollo del juego y por la emotividad de sus partidos. El factor emoción plantea una hegemonía indiscutida en los partidos que definen muchas cuestiones, por ejemplo: el Santo tucumano obtuvo una clasificación agónica ante Guaraní Antonio Franco por un tanto convertido por Ivan Agudiak.

Retomando el aspecto histórico y la manera en que ambas instituciones arribaron a la segunda categoría del fútbol argentino, comparten caminos semejantes y de mucha pelea. En noviembre de 2014, Central Córdoba le sacó el ascenso a Unión Aconquija en el estadio Único de San Juan con un gol contundente de Carlos Falucho Herrera. Ese momento, esa imagen y esa postal quedaron grabadas en el cerebro y en el imaginario colectivo de los hinchas del equipo santiagueño.

San Martín de Tucumán enfrentó al mismo rival de los santiagueños, con la diferencia que el conjunto catamarqueño tenía ventaja deportiva para definirlo en su casa. Párrafo aparte para los hechos y actitudes desleales de toda la parcialidad de Unión Aconquija para con los fanáticos del Santo y para con todo el cuerpo técnico, incluido dirigentes. Tanto Diego Cagna por el lado sanmartiniano como Víctor Riggio en las huestes del ferroviario hicieron que en la actualidad ambos equipos disfruten de su estadía en la "B" Nacional.

Las sensaciones que dejó el partido que se libró en la Ciudadela es que Central Córdoba pudo haber ganado el partido. Luego del encuentro, los jugadores se retiraron con un sabor amargo, más allá de que el punto sirve en la búsqueda por conservar la categoría.

La clave, de aquí en más, será cosechar una serie de victorias que le de confianza a los jugadores y al Sapito Coleoni. Esa fórmula le sirvió a los dirigidos por Diego Cagna. Esos son los contrastes y la diversidad de paisajes que entrega la "B" Nacional.

El resumen del partido

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