Javier Pastore es uno de los viejos conocidos en la Selección Argentina, donde tiene un Mundial y una Copa América disputada bajo el brazo. A lo largo de toda su carrera, siempre fue un blanco de las críticas por parte de los periodistas, quienes lo acusaron de no aportarle juego, debido a que el enganche es una posición que ya no existe en el fútbol.

Esta temporada no ha sido tampoco muy productiva para el jugador surgido de Huracán de Parque Patricios, donde en su actual equipo, el Paris Saint Germain, no ha tenido la regularidad necesaria para ser citado en el combinado. 12 juegos donde el Flaco consiguió anotar un solo gol, por la Copa de Francia ante Avranches. Con las constantes lesiones durante el último tiempo, se habló mucho de la partida del equipo francés (culminó su sexta temporada), pero todo parece indicar que se quedará a jugar un año más en el elenco parisino.

Con respecto a sus virtudes, podemos decir que es un jugador lento pero pensante como lo era Juan Román Riquelme. Tiene un tiempo más para decidir la jugada, por lo cual se ha destacado y hecho un nombre en Europa. Además, es muy ordenado tácticamente, donde sabe cubrir muy bien los espacios en defensa y casi con regularidad está dando una mano. Los defectos del cordobés sin dudas pasan por las lesiones, algo que ha sido un factor clave a la hora de su exclusión tanto a nivel clubes como a nivel selección.

Todo está en Pastore, quien, de tener un nivel alto en el PSG, podría llegar a ganar terreno en la selección de Jorge Sampaoli, en un lugar donde deslumbran muchos mediocampistas, algunos que buscan sus primeras oportunidades como Leandro Paredes.