Siempre que arrancan un nuevo ciclo al frente de una Selección, los futbolistas suelen estar esperanzados con la oportunidad de ser citados. Así pasa con Argentina, donde, tras el fallido paso de Edgardo Bauza, asumió Jorge Sampaoli, quien decidió brindarle toda su confianza a Ángel Di María.

Fideo, en esta temporada que acaba de terminar, llegó a disputar 43 encuentros con el Paris Saint Germain entre Ligue 1, UEFA Champions League y la Copa de Francia, donde ha anotado 14 goles, siendo así uno de los mayores exponentes del equipo parisino.

Las características más resonantes del extremo son su velocidad y la gambeta, por lo cual suele marcar diferencia por la banda izquierda, su preferida, y tiene la virtud de asistir mucho más de lo que convierte. Lo respaldan las 13 asistencias de la temporada, una cifra más que aceptable para un jugador de faceta ofensiva. También el sacrifico va de la mano del rosarino, quien en todos los clubes por los que paso, siempre fue el que intentó lastimar al rival.

Como contrapunto, el hecho de tener muchas lesiones, sobre todo en las finales de Mundial y Copa América, que ha sido un punto desfavorable para el ex Rosario Central. Además, tiene otro punto negativo en cancha: la excesiva retención de la pelota en sus pies, lo que hace que muchas veces, hasta sus propios compañeros pierdan la paciencia con él.

Con el nuevo ciclo, Jorge Sampaoli decidió seguir apostando por el extremo, quien en sus primeros juegos ha sido vital para conseguir las victorias ante Brasil (1-0) y ante Singapur (6-0), donde se vio a un Di María superlativo y rendidor, como lo fue en la etapa de Alejandro Sabella, desbordando, tomando buenas decisiones y alimentando a sus compañeros de adelante. En un nuevo ciclo, Fideo empezó con el pie derecho (o izquierdo, siendo zurdo). Es cuestión personal que mantenga su nivel de cara a lo que puede ser su última presencia en un Mundial.

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Sobre el autor
Juani Alburquerque
Redactor y Editor de VAVEL. Amante del básquet.