La primera mala noticia de este receso invernal para River, que se prepara en Orlando, se dio en el transcurso de esta tarde: en una práctica de fútbol, en espacios reducidos, Marcelo Larrondo iba a recibir un pase de Jonatan Maidana, controló mal la pelota y cayó doblándose el tobillo izquierdo. A falta de un informe más certero mediante estudios clínicos, el diagnóstico inicial dice que el delantero padece un esguince de rodilla izquierda.

En un principio, no parece ser una lesión compleja y de hecho caminó sin problemas desde el hotel hasta el vehículo que lo llevó a un centro asistencial, pero se trata de otro contratiempo para el ex Tigre y Rosario Central, que había sido operado de la rodilla derecha, fue paciente para recuperarse y estaba levantando su nivel, mejorado las críticas, e incluso y marcó dos goles en el final del semestre pasado. Sin embargo, deberá volver a trabajar de forma diferenciada, implorando estar lo menos posible al margen dado que estaba siendo considerado por el DT.

Ahora bien, con esta lesión se abre un signo de interrogación: ¿hay suficiente recambio en la zona ofensiva? La respuesta es no: Lucas Alario perdió a su gran socio Sebastián Driussi, quien está haciendo goles en Rusia, además Iván Alonso rescindió su contrato. Llegó en este mercado de pases el artillero Ignacio Scocco, que además debutó con gol contra Guaraní, pero no hay muchas más opciones aparte de Alario y Nacho: Rodrigo Mora sigue en rehabilitación, y sólo quedaría Carlos Auzqui, que también puede jugar de extremo y que debe levantar mucho el nivel. Nadie más. Hay juveniles delanteros, como Nicolás Franco y Franco López, aunque no fueron a la pretemporada para seguir fogueándose. 

Hay que tener en cuenta que River tendrá una agenda más que exigente de agosto en adelante y faltan delanteros. ¿Llegará alguno más, o el Muñeco se arreglará con lo que tiene?