La primera final de la Copa Libertadores comenzó con el dominio del balón de Gremio y Lanús esperando en su terreno para salir rápido de contragolpe. Ambos tenían un dibujo táctico similar, el local con un 4-2-3-1 y la visita era un 4-3-3, pero cuando manejaba la pelota el equipo brasileño, el extremo Alejandro Silva retrocedía unos metros para ponerse de falso volante y estar con más gente en el medio; el negocio en los primeros instantes de juego para el elenco argentino era con su lateral derecho con las trepadas de José Luis Gómez y aprovechar los pocos espacios dejados por Bruno Cortes.

Un blooper de Esteban Andrada casi termina en el primero de los locales, pero justo salvó Iván Marcone y se la punteó a Ramiro, el volante por derecha que se preparaba para definir y poner las cosas uno a cero. Hasta la media hora de ese primer tiempo no se habían registrado llegadas a los arcos, pero el Granate tuvo la primera en los pies de Román Martínez, en una buena intervención de Marcelo Grohe que le ahogó la apertura del marcador, para el alivio de los hinchas brasileros.

El más peligroso en ataque para los argentinos fue Silva desbordando a Cortes, y cuando faltaban cinco minutos para el cierre de esa primera etapa, otra buena participación del extremo uruguayo mandó un centro al área y cabeceó Diego Braghieri pero apareció Grohe, en otra buena respuesta para mantener su valla en cero. Luego, otra floja salida de Andrada del fondo, se la dejó servida a Arthur pero no estuvo fino en la definición y salvó al arquero argentino de otro error de la salida limpia del fondo.

A medida que iba pasando el tiempo, Lanús se asentó en el campo y empezó a crear las mejores ocasiones. Todo era preocupación para el local una vez finalizado el primer tiempo, porque el conjunto visitante lo superó en ocasiones de gol y le robó la pelota en la mitad de la cancha. El complementó comenzó con la presión del Tricolor Gaúcho ante los defensores argentinos y tuvo la primera ocasión en los pies del lateral izquierdo Cortés, pero el ex portero de Arsenal de Sarandí se lució para mandar la pelota al saque de esquina. El empate parcial favorecía al elenco del sur de Gran Buenos Aires para poder definir la llave en casa y se replegó en el fondo para contrarrestar los centros locales al área.

Nada estaba dicho, hasta a los 37' del complemento cuando Cícero Santos aprovechó un descuido en el fondo de Rolando García Guerreño y le sacó jugó al máximo para definir por debajo de la humanidad del guardameta mendocino. De esa manera sentenció el uno a cero parcial para los dirigidos por Renato Portaluppi. Así se fue una polémica primera final con el triunfo para Gremio, donde el árbitro Julio Bascuñan tuvo una floja labor y no tuvo una buena noche.

Acosta (7) se agarra la cabeza ante la conquista de Cicero. Foto: Getty Images

Dentro de una semana Lanús tiene revancha en su cancha y quiere conquistar América por primera vez en su historia. El Granate se quedó dormido al final y tiene la obligación de conseguir el triunfo, en fin es un resultado abierto pensando en el cotejo de vuelta. Quedan noventa minutos para escribir y revertir otro capítulo de su sueño.