Juan Pablo Pumpido se hizo cargo del equipo paranaense luego de que el anterior técnico, Rubén Darío Forestello, dimitiera de su puesto. El hijo de Nery llegó a Patronato con la promesa de un equipo ofensivo y un juego elegante y vistoso, cosa que intentó demostrar en los amistosos de pretemporada que jugó con el club. Desafortunadamente nunca pudo encontrarle la vuelta al equipo ni mucho menos imponer su idea de juego, durante los amistosos los partidos que más se asemejaron a su identidad de juego fueron los suplentes, los titulares simplemente eran superados técnica y tácticamente por los equipos rivales.

El “Estilo Pumpido” nunca pudo ser visto en plenitud durante la Superliga, solo unos meros vistazos en los únicos tres encuentros que el equipo logró sacar una victoria. Después del encuentro contra Atlético Tucumán, último partido ganado por Patronato, los jugadores perdieron el ritmo, la concentración y el orden para poder desplegar el ordenamiento táctico que el técnico prometía antes del inicio de la temporada.

Luego de la fecha numero 4 el equipo solo se dedicó a tirar pelotazos que van desde la defensa hasta la zona donde deben estar los delanteros, incómodos y de espalda no ofrecen garantías para un rebote limpio: la mayoría de las pelotas son recuperadas por el rival y eso genera las contras que finalizan mayoritariamente en ocasiones de gol que deben ser salvadas por Sebastian Bértoli.

Pumpido tiene que empezar a sumar de a tres ya que se encuentra en una posición no muy cómoda en la zona de promedio, recordemos que descienden cuatro equipos al final de la temporada. Patronato solo tiene a dos equipos por debajo, el ultimo ya en zona roja, que lo salvarían del descenso directo. Pero el manager no puede arriesgarse a especular que harán los otros clubes que se encuentran debajo, debe enmendar esta situación o dar un paso al costado si no se cree capaz. Si se da una hipotética dimisión debería hacerlo a mitad de temporada para que el nuevo técnico tenga tiempo de trabajar con el plantel durante la pretemporada que se viene.

En Unión de Santa Fe, el hijo de Nery dirigió 13 encuentros donde solo ganó 4, empató 4 y perdió 5. Sus números no ilusionan mucho tampoco en Patronato donde dirigió 9 partidos y solo en 3 oportunidades logró sacar los tres puntos, empató en dos oportunidades y sacó un resultado negativo en cuatro ocasiones.

Un club joven en la categoría como lo es el Rojinegro no puede darse el lujo de tener otra racha negativa como la que tuvo el ciclo anterior con Forestello a la cabeza donde estuvo más de diez partidos sin poder ganar. Pumpido debe enmendar este trunco presente de inmediato o dar un paso al costado para otra persona que pueda ser capaz de hacerlo.