Chacarita comenzó la temporada 2016/17 de la Primera B Nacional dejando atrás el trago amargo del torneo pasado debido a que quedaron en el segundo puesto en la tabla, a seis puntos del campeón Talleres en un formato con un único ascenso.
La primera parte del torneo fue irregular para un equipo Funebrero que recién en la segunda rueda encontró su mejor funcionamiento. El fiel estilo de juego de Coyette y la gran motivación de los jugadores, les permitió regresar a Primera División en el último partido del torneo de la Primera B Nacional 2016/17, logrando el segundo ascenso, terminando como escoltas del campeón Argentinos Jrs.

Bajas importantes e ilusiones para el inicio del 2017

Durante el primer mercado de pases por dificultades económicas, perdieron jugadores fundamentales como Jonathan Menendez, Fernando Coniglio e Ian Escobar. A su vez, llegó Rodrigo Salinas que terminaría como goleador y, junto a Nicolás Oroz quién había llegado de Racing en el torneo pasado y heredó la ''10'' del ídolo indiscutible Damián ''Piojo''' Manso, serían piezas claves para el ascenso a Primera.

También, a principios de este año llegó el experimentado arquero Emanuel Trípodi para reemplazar a otro producto de la casa, Pedro Fernández, con una rotura de ligamentos de la rodilla derecha.
En el anterior certamen ya estaba Coyette, que asumió en febrero del 2016 en reemplazo de Fernando Gamboa. Venía de dirigir al seleccionado argentino sub-15 por entonces Gerardo Martino, entrenador de la mayor, ponderaba sus condiciones y lo tenía como un interlocutor habitual en el predio de Ezeiza, y en un año y medio de gestión impuso un estilo ambicioso, con vocación por la tenencia de la pelota y juego asociado. Coyette fue jugador de Chaca en 2009, en su último paso en Primera División en donde también se retiró.

Se mataron a goles en el clásico

El comienzo de la segunda etapa de la B Nacional, se jugó en el Estadio de Chacarita y fue vs Nueva Chicago donde perdieron 3 a 2 con goles de penal de Rodrigo Salinas y Matías ''Coquito'' Rodríguez para el Funebrero. Así el equipo de Sergio Rondina frenó el andar de uno de sus clásicos para acercarse a la punta por la pelea del ascenso.

Fecha tras fecha pudieron encontrar su fiel estilo de juego y remontar los resultados con empates, pocos partidos perdidos y más ganados. Quedando a puntos de diferencia con el segundo que en ese entonces lideraba, Guillermo Brown de Puerto Madryn.

La vuelta de uno y el reemplazo de otro

La vuelta del préstamo de Agustín Módula de Deportivo Español, llevó al reemplazo de Diego ''Burrito'' Rivero en el puesto de volante central. En su regreso, Coyette presentó un equipo distinto con respecto a modificaciones; y también la incorporación de Agustín como titular contra All Boys en el 1 a 0 en casa. Poco a poco, se ganó su puesto entre los 11 aportando frescura y calidad al juego. Se notó el cambio en el mediocampo cuando se asoció con Miguel Mellado para atacar por momentos, con doble 5. Su partido revelación fue el contundente 3 a 0 contra Almagro en el que marcó su primer gol de volea, el que abriría el marcador de la noche.

Pescando de a 3

El partido clave que generó esperanzas fue vs Flandria, el que ganaron 1 a 0 de visitante por la fecha 41 del campeonato de la Primera B Nacional, y quedó segundo en zona de ascenso, aprovechando que Brown de Puerto Madryn tendría jornada libre. El Funebrero se impuso en Jáuregui con un gol de Rodrigo Salinas, de cabeza, a los 26 minutos del segundo tiempo. A los 19 del mismo, le habían anulado un gol por offside a Nahuel Menéndez.

Con esta victoria el equipo de Gastón Coyette, llevaba acumulados 68 puntos y superaba por una unidad al equipo chubutense y parecía que hasta el final del torneo iba a ser un ''mano a mano'' para ver quién acompañaría al Bicho al regreso a Primera A.

Eliminación por Copa Argentina, con la cabeza puesta en el soñado ascenso

A su vez, ambos equipos que peleaban el ascenso se vieron las caras por Copa Argentina en esa semana decisiva, dónde presentaron equipos alternativos para preservar a los titulares para el torneo de la B Nacional. Guillermo Brown de Puerto Madryn superó a Chacarita por 1 a 0 y clasificó a los 16avos de final. El gol del vencedor fue señalado por el delantero Santiago Giordana cuando corrían 33 minutos del segundo tiempo. Además el Funebrero presentó el debut del arquero juvenil Lucas Álvarez.

La lucha interminable

La ilusión seguía intacta cuando superaron por 3 a 1 de visitante a Los Andes, con doblete del goleador Rodrigo Salinas y Elías Alderete. En la fecha siguiente, empatarían sin goles vs Gimnasia de Jujuy, por lo que quedaron dos puntos por abajo de Guillermo Brown. Y en un partido suspendido por lluvia a los 15 minutos que se postergó para jugarlo entre semana, ganaron de local por 2 a 1 vs Juventud Unida de Gualeguaychú con goles de Rodrigo Salinas y Nicolás Oroz; de esta manera trepó nuevamente al segundo lugar de la tabla en la pelea por el ascenso. 

El ascenso debería esperar

Todo se podría definir en Mataderos en la anteúltima fecha vs Nueva Chicago, ya que Brown había perdido unas horas antes un partido clave contra Central Córdoba.

El primer tiempo fue para el local, dónde se pusieron en ventaja con un gol de Aranda tras un gran pase de Gómez. Pero en el complemento, Chaca se animó, ganó metros en el campo y se volcó en ataque mientras que el Torito, por su parte, se replegó. La igualdad llegó ni más ni menos con un cabezazo de Salinas a la salida de un córner, circunstancia que los animó a ir por más para, de una vez por todas luego de tanto sufrimiento en las fechas pasadas y durante toda la campaña, consumar su regreso a Primera División en el último encuentro en el Nacional B vs el campeón y ya ascendido Argentinos Juniors.

Si el equipo de Coyette derrotaba al Bicho, subiría directamente, sin tener en cuenta el resultado de Brown de Madryn (recibiría a Boca Unidos) ya que le llevaba dos puntos de diferencia. En caso de igualdad, habría partido de desempate.

El ascenso a Primera División

Pasaron siete años -y hasta un paso por la B Metropolitana- para que Chacarita pudiera volver a festejar, pero valió la pena la espera. En un domingo gris, el Estadio de San Martín se llenó con 20.000 personas para festejar un logro cuyo último capítulo, el 1 a 1 ante el campeón Argentinos, fue un símbolo de la campaña: incertidumbre, ansiedad, ilusión, emoción contenida, júbilo. El empate sirvió de pasaje a Primera gracias a que Guillermo Brown de Puerto Madryn igualó sin goles con Boca Unidos. Así se mantuvo la brecha de dos puntos que le dio el segundo ascenso al equipo de Walter Gastón Coyette. Un objetivo que hasta no hace mucho parecía distante. Como dijo el capitán Germán Ré, ''Cuando estábamos siete puntos abajo muchos nos daban por muertos. Pero este grupo siempre estuvo fuerte y nunca dejó de confiar''.

No había pasado ni un minuto de partido en Chacarita, cuando Oroz estuvo a punto de generar el grito para hacer estallar San Martín. Su tiro libre desde el borde del área buscaba el ángulo, pero Chávez consiguió manotear al corner con una gran atajada. Con el correr de los minutos, Argentinos empezó a hacerse claro denominador del partido. Pudo haber logrado la ventaja con un cabezazo en un tiro de esquina y después con un remate suave de Batallini que no encontró el arco. Chacarita no terminaba de hacer pie y rezaba para que no hubiera novedades en el Sur.

La tensión aumentó a los 26 minutos cuando un pésimo pase atrás dejó sólo a Cabrera de frente al arco, y el jugador del Bicho definió con un toque suave frente a Trípodi para poner el 1 a 0. El Funebrero aún ascendía pero dependía mucho del resultado de Guillermo Brown, fue cuando a los 37 minutos Oroz quedó mano a mano y el arquero Chávez, en un error, salió apresuradamente y lo derribó cometiendo penal. El propio goleador del campeonato, Salinas impuso el empate y el gol del ascenso que todo San Martín gritaría.

En el segundo tiempo, ambos equipos tuvieron la oportunidad de gol pero ninguno pudo concretar para ponerse en ventaja hacia el 1-1 parcial. Siguieron pasando los minutos y el Funebrero consiguió afianzarse, aunque seguía sufriendo porque no llegaba el gol que le garantizaba el ascenso. Nunca llegó, en realidad. Pero pasó el tiempo y Brown de Madryn no consiguió quebrar la resistencia de su rival. Así se decretó el ascenso de Chaca, luego de 7 años desde 2010 volvió a ser de Primera.

Plantel completo que quedó en la historia del club

- Alderete Elías
- Almeida Braian
- Álvarez Morinigo Juan
- Álvarez Lucas
- Barrera Leandro
- Casa Maximiliano
- Cucco Brian
- Distéfano Lucas
- Fernández Pedro
- Ferrero Facundo
- González Juan
- González Matías
- Herzog Lionel
- Ibañez Daniel
- Ibañez Joaquín
- Lazarte Gabriel
- Lich, Julián
- Manso Damián
- Medina Matías
- Mellado Miguel
- Menéndez Nahuel
- Módula Agustín
- Morales Emanuel
- Oroz Nicolás
- Ortíz Brian
- Paredes Maximiliano
- Pedrosa Gonzalo
- Ré Germán
- Reyes Yefri
- Rivero Diego
- Robledo, Alan
- Rodríguez Jonathan
- Rodríguez Matías
- Rosso Federico
- Rosso Matías
- Salinas Rodrigo
- Sansalone Enzo
- Tríbulo Nahuel
- Trípodi Emanuel
- Ugo Carabeli Jeremías
- Zúñiga Juan

Director técnico: Walter Gastón Coyette

Ayudante de campo: Patricio Pisano

Preparador físico: Emmanuel Sánchez

Entrenador de arqueros: Marcelo Salgueiro

Las estadísticas del equipo de Coyette

En total, el Funebrero disputó 44 partidos: ganó 22, empató 11 y perdió 11. Marcó 57 goles y le convirtieron 40. De local, tuvo una efectividad de casi el 70%, mientras que de visitante fue el 47%.
Chacarita tuvo al goleador del certamen y de la temporada 2016/17 del fútbol argentino, el centrodelantero Rodrigo Salinas. Autor de 30 tantos (6 de penal), lo cual constituye un récord para el Funebrero en un torneo. Superó al uruguayo Eduardo Restivo (29 tantos en la Primera B de 1959). 

Las vueltas del destino: Salinas había ingresado a Godoy Cruz en abril de 2010, cuando Chacarita perdió 1 a 0 en Mendoza y bajó a la B Nacional. Pasó por seis equipos, el último antes de desembarcar en San Martín fue Los Andes, lo cuál le valió alguna mirada de reojo por la rivalidad con el milrayitas. La desconfianza se acentuó porque el año pasado sólo había marcado cuatro goles. Se destapó en esta campaña, en una muy buena sociedad con Nicolás Oroz, el enganche zurdo y gran talento que pulió Coyette para que se pudiera lucir con su estilo de juego. En total marcó 10 goles con la Tricolor.