A medida que transcurren los años, cada vez más van surgiendo jugadores en Vélez Sarsfield provenientes de las divisiones inferiores. En este 2017 varios jugadores comenzaron la pretemporada con el plantel profesional y entre ellos se encontraba Nicolás Domínguez, un volante que con solamente 18 años llegaba a las ‘grandes ligas’.

En el primer partido oficial del año y tras una reanudación que tardó 80 días, Domínguez ya comenzaba desde la partida ante Estudiantes de La Plata y en ese triunfo ante el conjunto pincharrata en el José Amalfitani, asistió en su debut a Mariano Pavone en el 1-0 parcial.

Con la presencia de ‘Tito’ Canteros, Nico tuvo su chance de consolidarse en la mitad de la cancha pero con la disputa por el lugar en la mitad de la cancha. Luego de dos partidos como titular, la continuidad llegó pero desde el banco de suplentes. El mediocampista estuvo presente en una buena cantidad de cotejos pero sumando en algunos aproximadamente 20 minutos en los cuales reemplazaba a Zabala o Desábato.

En el tramo final del campeonato, Domínguez pudo cumplir otro de sus sueños. En el partido ante Tigre en condición de visitante marcó su 1º gol con la camiseta del Fortín en la victoria por 3-0, un triunfo que aseguraba la permanencia en la máxima categoría. Tras el primer grito con Vélez, había demostrado su alegría: “Estar viviendo esto es muy lindo, lo soñaba desde chiquito. Que el técnico me tenga en cuenta y haber marcado mi primer gol no lo voy a olvidar nunca. Se me vinieron a la cabeza muchas sensaciones y cosas que voy a guardar siempre en mi memoria”.

Luego, en el comienzo de una pretemporada particular que tuvo solamente jugadores surgidos de las inferiores, Domínguez fue partícipe de los amistosos que se dieron en la Villa Olímpica. En uno de ellos, anotó ante San Martín de San Juan y con cierto rodaje iba en búsqueda de la titularidad ya que partían otros de sus compañeros como Zabala, Díaz y Canteros.

En la Superliga, esta continuidad que buscaba se le dio a partir de la sexta fecha ya que antes solamente había jugado 41 minutos. Desde el encuentro ante Newell’s Old Boys hasta Lanús, pasó por muchos momentos. Jugó un doble cinco junto a Cáseres, pasó a conformar un tridente en el medio con el volante mencionado antes y Matías Vargas y llegó a estar como volante por derecha. Esta sumatoria de minutos la pudo conseguir, en diferentes tareas y funciones. Otro proyecto del Fortín que comienza a cosechar sus frutos.