Tener una defensa sólida y ordenada es una de las prioridades del actual cuerpo técnico, que decidió mantener a los defensores que mejor rindieron y jugaron en la Superliga, junto a refuerzos que se fueron sumando en los últimos días que generan una gran expectativa. Ya cerraron cinco incorporaciones: Sebastián Prediger, Walter Montillo, Diego Sosa, Ignacio Canuto y Matías Pérez Acuña, estos últimos tres defensores, y ayer se acordó la llegada de otro jugador de la última línea: Ezequiel Garré.

Este zaguero central, de 36 años, viene de quedar libre en Huracán, donde tuvo muy poco rodaje, disputando tan solo cinco partidos. Comenzó su carrera profesional en el fútbol chileno en 2003, en Huachipato, para luego jugar en Portimonense (Portugal). En 2005, estuvo en Chacarita, y tuvo pasos por San Martín de Mendoza, Ilisiakos (Grecia), Gimnasia de Jujuy (su primera aventura en Primera División, en 2007), CAI, Almirante Brown, Argentinos Juniors (en el Bicho ascendió a la A en 2014) y en 2016 arribó a Patronato, siendo pieza importante para la permanencia y consolidación del Patrón en la máxima categoría. No se caracteriza por el gol (sólo marcó tres tantos en su carrera), pero sí por su oficio en la marca.Como dato curioso: es hijo de Oscar Garré, histórico de la Selección Argentina, campeón mundial en 1986, y bastión del inolvidable Ferro de los ´80.

Con su llegada, Cristian Ledesma dispone de Carlos Rodríguez, Gastón Bojanich, Alexis Niz, Canuto y Garré para armar la zaga central, sumando a Juan Carlos Blengio, quien volvería para fines de febrero.

Gol de Garré en AAAJ