Eran noventa minutos para cambiar la historia. Gimnasia sabía que este partido podía torcer la dinastía pincha en los clásicos. La imperiosa necesidad de ganarle al rival de toda la vida estaba más latente que nunca. Sin embargo, a pesar de su localía, el Lobo hizo agua otra vez. Con más garra que juego, el conjunto de Facundo Sava casi nunca inquietó el arco de Mariano Andújar y la dependencia extrema de Brahian Alemán para generar ocasiones se hizo notar y mucho.

Por el lado del León, tampoco fue un buen partido. Lucas Bernardi planteó el encuentro como nos viene acostumbrando. Una defensa sólida y una delantera rápida para salir de contraataque. En el aspecto defensivo Estudiantes pasó la prueba. Schunke y Desábato sacaron todo de arriba, Campi también se destacó en el juego aéreo y se proyectó cuando pudo, mientras que Sánchez estuvo mejor en ataque que en defensa. El inconveniente estuvo en la parte ofensiva. Otero peleó mucho arriba, pero no pudo hacer explotar su velocidad, Titi Rodríguez, luego del gran partido ante Newell´s, volvió a caer en su nivel y perdió la gran chance que tuvo el Pincha para abrir el marcador al comienzo del segundo tiempo y Lucas Melano, quien casi se va expulsado, no demostró estar a la altura del clásico.

Tal vez Rodrigo Braña e Iván Gómez fueron de lo mejor de un pobre Estudiantes. El experimentado volante pincharrata salió a relucir su maestría y puso paños fríos en los momentos indicados. El juvenil le dio velocidad al medio campo y buen juego, pero todavía le falta terminar bien las jugadas. Por su parte, Gastón Giménez tuvo un mal partido. No pudo aprovechar la gran cantidad de pelotas paradas que tuvo y se lo vio con un andar cansino e impreciso en los pases.

Pablo Luguercio ingresó en el entretiempo por Lucas Melano, quien estuvo al borde de la expulsión, pero no pudo meterse en el partido. Recién al final El Payaso pudo desequilibrar y generó la expulsión de Alderete. Fernando Zuqui entró por Iván Gómez y tuvo un correcto partido, mientras que Mariano Pavone estuvo muy poco tiempo en cancha y no pudo inquietar el arco de Martín Arias.

Diego Abal tuvo un arbitraje discreto como de costumbre. Aunque no incidió en el resultado, increíblemente no expulsó a Agustín Bolívar, tras un planchazo muy evidente a Rodrigo Braña. Más allá de aquella jugada puntual se lo vio al referí con ganas de que el clásico terminara en empate y cobró faltas en ataque sin sentido.

Un partido más en el que Gimnasia no pudo vencer a Estudiantes. Ocho años y catorce partidos en los cuales el Lobo no puede festejar. Fue otro empate cero a cero, como nos acostumbran los clásicos en El Bosque. El Pincha sigue estirando la racha.

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