Cuando comenzó la Superliga, Huracán también estaba quinto, pero dando vuelta la tabla de promedios. Hoy, el Globo se está quedando con la última plaza para el torneo más importante de América: Parque Patricios es todo ilusión.

La visita a Tigre se planteaba como un partido complicado. Sobre todo por las urgencias del rival, con graves complicaciones con el descenso para la próxima temporada. Sin embargo, el Globo lo resolvió fácil.

El trío Calello-Damonte-Bogado manejó los tiempos del partido, hasta que el Mosquito Silva aprovechó una distracción y puso en ventaja a la visita. Paradójicamente, después del gol, Huracán cedió campo y pelota. 

Tigre, con poco, empujó por el empate. De nada sirvió: cuando logró superar la barrera defensiva, se topó con un Marcos Díaz que estuvo imbatible (nuevamente, de lo mejor).

Sobre el final del primer tiempo, Araujo encontró un rebote en el área tras un tiro libre de Bogado y decretó el 2-0. Golpe de knock-out para el Matador, que nunca pudo reponerse al segundo tanto. 

En el complemento, el Globo volvió a dominar para justificar aún más la victoria. Pudo ampliar la ventaja en el resultado, pero no hacía falta: la diferencia ya estaba estaba establecida. De esta manera, Huracán se quedó con tres puntos importantes de cara al final del torneo. A tres fechas del cierre, se encuentra a 10 de Boca.

“Que nadie le quite la ilusión a este equipo” dijo Alfaro hace una semana. Y tiene razón: no lo bajen de ninguna pelea, que el Globo va de Victoria en Victoria.