A ninguno le servía el empate en la previa. Tigre llegaba de golear a Olimpo y se ilusionaba con seguir de buena racha. Lanús encadenaba cuatro igualdades seguidas. Sin embargo, muestra clara de la posición de ambos en la tabla de la Superliga, aburrieron en Victoria y siguen en la nebulosa de la irregularidad.

El partido empezó chato, con impresiones de ambos lados, aunque el Granate disponía de mejores recursos para lastimar en el área rival. En el Matador, se destacaba la sociedad Cachete Morales-Fede González, aunque sin compañía para gravitar en los metros finales. Tigre se asomaba a cuentagotas al arco defendido por Andrada, y la visita tampoco acechaba a Chiarini. Lo más destacado de la primera etapa fue la última jugada, en un tiro libre en la puerta del área para Lanús: Nicolás Pasquini reventaba el travesaño. 

En el complemento, Tigre salía más decidido, sabiendo que tenía la obligación de asumir el protagonismo en su casa. Cristian Ledesma puso en cancha a Lucas Janson (en lugar de MPG10), y el delantero casi anotaba en su primera intervención, en un mano a mano donde no supo resolver ante el achique de Andrada. La gente se levantaba y el Matador seguía atacando: remate de Maxi Caire que pasaba cerca. Durante varios minutos, el dueño de casa controlaba el trámite, aunque no aprovechaba su momento. Y la visita, en una acción aislada, disponía de una ocasión inmejorable: cara a cara de Bruno Vides ante Chiarini, tapada del arquero y en el rebote, se lo perdía Lovico (la sacaba en la línea Ignacio Canuto). Chance increíble dilapidada. 

El Lobo, en el cuarto final del encuentro, apostaba por la experiencia de Carlos Luna, mientras que Ezequiel Carboni hacía ingresar a Germán Denis y Fernando Barrientos. Cada equipo especulaba más un error del otro que elaboración propia. No obstante, Tigre lograba acechar a su adversario en ños minutos finales, y el Chino dispuso de una chance que no pudo fructificar. Pablo Dóvalo, de discreta labor, daba por terminado el partido: 0-0, un punto para cada uno, sin emociones.

Tigre no pudo despedirse con un festejo ante su público, terminará la Superliga sin haber ganado dos partidos seguidos y en la última fecha, tendrá una durísima parada: Godoy Cruz, candidato al título aún, en Mendoza. El Matador tiene solo 24 puntos y se perdió otra oportunidad de descontarle a sus rivales directos por la permanencia en el torneo que viene.