El partido fue muy aburrido, sin llegadas a los arcos, sin ideas donde ninguno de los dos generaron nada por el espectáculo. Ni el partido llenó el Olímpico, no hubo goles, ni siquiera se recuerda una gran jugada por parte de alguno de los dos equipos. Roma y Juventus igualaron sin tantos (0-0) y los visitantes lograron el punto que les faltaba para proclamarse campeones de la Serie A por séptima vez consecutiva.

Ambos equipos con el empate lograban el objetivo, la Roma volvía a meterse en la Champions y la Juve lograba el campeonato. Por ello ambos cerraron con candado el arco, prácticamente no tomaron riesgos y por ello todo terminó con la celebración de la Vecchia Signora, eso sí, fue por todo lo alto.

Con este título, el séptimo consecutivo, iguala el record del Lyon en los cinco grandes campeonatos europeos, en año donde el Nápoli le dio batalla hasta el final. Pero en la batalla final el equipo del sur de Italia se fue desinflando, por ello los 88 puntos del Nápoli, segundo, dan más valor a una liga que se ha convertido en tradición que acabe en Turín.

El partido se resumió en llegadas esporádicas, a los 16´ una gran carrera de Paulo Dybala (Juventus), quien se plantó solo ante el arco y su disparo fue detenido con una gran intervención del arquero romano. Tuvieron que pasar 30 minutos para tener otra ocasión de riesgo, y esta vez fue para la Roma, donde Aleksandar Kolarov (AS Roma) ejecutó un tiro libre desde una buena posición con un disparo que se marchó ligeramente desviado del poste derecho. Luego de esta acción terminó un primer tiempo sin pena, pero con la posibilidad de gloria para la Juve.

En el segundo tiempo la Juventus intentó en el comienzo cerrar el año, por ello a Dybala le anularon en el minuto 49 por posición adelantada. Tras ello el partido volvió a la monotonía total, que se despertó con una falta de Radja Nainggolan (AS Roma), donde el árbitro del partido Paolo Tagliavento le mostró la segunda tarjeta amarilla.

Esa fue la última emoción de un partido aburrido, donde los jugadores de la Juventus agarraron el balón y empezaron a realizar pases cortos, esperando que el tiempo y el torneo se acabe.

El título terminó siendo para el mejor de todos, que desde hace ya siete años se ha quedado con la Serie A y que desde hace cuatro se queda con todo lo que se juega en Italia. Mérito enorme el de Allegri, capitán del barco y que les ha dirigido hacia su cuarto doblete consecutivo.