En plena turbulencia tras un final pálido de Tigre en la Superliga, con todas las miradas apuntando a Cristian Ledesma, quien hacía su primera incursión como director técnico, este viernes se confirmó que seguirá al mando del primer equipo para la temporada 2018/19.

El Lobo empezó a trabajar este verano, en reemplazo de Ricardo Caruso Lombardi. El ex volante central, acompañado de Martín Aguirre y Mariano Herrón, recortó a buena parte del plantel heredado de Caruso, y regresaron Agustín Cardozo, Diego Sosa, Ignacio Canuto, Diego Morales, Federico González; fichó Sebastián Prediger y también vino Walter Montillo, pero se lesionó. A priori, tenía buen material para trabajar y lograr una remontada en la segunda mitad de la Superliga. Sin embargo, esto se dio a cuentagotas.

En los primeros partidos, Tigre mostraba buena efectividad en la defensa, aunque luego volvieron los problemas en la última línea, y en pocos encuentros el Matador mostró rebeldía en ofensiva. En números, Ledesma solo obtuvo un 35,5% de eficacia, con 16 puntos de 45 en juego. 17 goles a favor, 15 en contra. Mejor que los 8 puntos con Caruso en la primera parte del torneo, pero insuficiente para lograr una mueca de satisfacción. Y considerando que bajaron cuatro equipos y que muchos de sus rivales directos sumaron más, el cuadro de zona norte empezará último en la tabla de promedios y afrontará una Superliga de 26 equipos realmente cuesta abajo.

Se rumoreaba que el DT iba a ser despedido y sondeaban los nombres de Pablo Lavallén, que viene de dirigir a Belgrano de Córdoba, o el regreso del Vasco Arruabarrena. Sin embargo, todo se disipó con la reunión que tuvo el presidente del Club Ezequiel Melaraña con el entrenador, al cual le dará una chance más. Ledesma sigue en Tigre, con dos desafíos por delante: revertir su imagen y lograr el colchón de puntos que Tigre necesita para seguir en Primera.

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