El fútbol cuenta con un condimento que lo hace irresistible, que da esperanzas para que los que van con la etiqueta de David puedan con aquellos que visten de Goliat. Y, en algunos torneos, ese agregado que entrega el mundo futbolístico da una oportunidad inmejorable para que la sorpresa tomo protagonismo.

La Copa Argentina cuenta con ese aderezo tan fascinante, pero al parecer se acrecienta cuando los partidos se juegan en el Florencio Sola, estadio donde en pocos días se dio el batacazo de Sarmiento de Resistencia sobre Racing, y al que le siguió el triunfo de Platense -recién ascendido a la B Nacional- ante un golpeado Belgrano.

La corriente fue a favor del Calamar    

La primera mitad tuvo varios altos y bajos, y llegaron tanto por parte de los equipos como de la terna arbitral. Las primeras aproximaciones tuvieron como actor principal al Calamar, quien vio como Vega desperdició una clara oportunidad de abrir el marcador y como Acosta tapó la segunda llegada cuando el reloj rondaba las cinco minutos iniciales. El Pirata contestó con un remate de Aguirre en lo que fue una de sus pocas llegadas claras en los minutos iniciales.

Tras las primeras chances, y con un partido de ida y vuelta, llegaron las infaltables polémicas arbitrales. Platense abrió el marcador a los 18' de la mano de  Lamberti tras un córner, pero el juez de linea marcó offside de Vega, quien se encontraba adelantado pero no participó de manera deliberada de la jugada.

Como si fuera poco, un minuto después ocurrió algo similar pero del lado de Belgrano. Sequeira, el jugador celeste más activo en la primera parte, sacó un potente remate y luego Suárez aprovechó para marcar, sin embargo, el otro asistente levantó la bandera marcando una posición adelantada muy fina. 

El encuentro entró en un bajón y cuando todo parecía que se llegaría al entretiempo sin emociones llegó la apertura del marcador a falta de casi quince para el final. Bocchino, con un potente cabezazo tras un tiro esquina desde la izquierda, fue quien le sacó el grito de gol al Calamar y hizo justicia para el conjunto que más sólido se mostró en los primeros 45 minutos.

Darío Cavallo, técnico interino, no pudo enderezar el final de temporada del Pirata | Foto: Prensa Belgrano.
Darío Cavallo, técnico interino, no pudo enderezar el final de temporada del Pirata | Foto: Prensa Belgrano.

El Pirata no se pudo comer al Calamar

El complemento dejó ver a un Belgrano con más actitud a la hora de atacar y, por momentos, lanzado todo por el todo intentando dejar en el olvido las bajas de jugadores claves como 'El Marciano' Ortíz, Federico Lértora (ambos con permisos especiales) y Cristian Lema, quien aún no aseguro su continuidad pese a la oferta realizada por el club cordobés.

La oportunidades e igualdad del conjunto Pirata de Darío Cavallo, que se hará cargo del equipo hasta que se confirme el nuevo entrenador, llegaron de la mano de su líder y capitán, Matías Suárez. El '10' celeste, que jugó en posición de nueve, avisó con un remate desde fuera al que De Olivera mandó al córner con una gran atajada. Unos minutos más tarde volvió a tener la chance de igualar, pero no resolvió de la mejor manera y la pelota se fue al lado del poste derecho del arquero.

El Calamar pudo aumentar la diferencia con un potente remate de Palavecino, pero Lucas Acosta sacó a relucir su gran condición mostrada durante la Superliga y evitó que llegara el segundo. Tras la chance del volante, sumada a otra ocasión para Suárez, llegaron las variantes en ambos equipos, pero a pesar de ello el ritmo de juego no cambió y el partido terminó de la misma manera que terminó la primera mitad.

El triunfo colocó a Platense en los 16avos de final, donde se cruzará con el ganador de Banfield y Lamadrid, y sumó otra nueva alegría luego de quedarse con el título de la B Metropolitana logrando el ascenso a la B Nacional. Mientras que por el lado de Belgrano la derrota abrió más la herida, ya que en pocos días se quedó sin entrenador, no pudo clasificar a Sudamericana y quedó eliminado de la copa.

El gol del Belgrano 0-1 Platense