La primera mitad se arrancó con un DT, Gustavo Álvarez. Álvarez de gran campaña el torneo pasado, decidió proponer un juego de pelota en el suelo y tenencia de la misma pero  con un plantel prácticamente nuevo. Sin duda ésto perjudicó el sistema que propuso el ahora entrenador de Aldosivi que solo pudo obtener cuatro puntos en ocho fechas razón por la cual decidió rescindir su contrato. 

El nuevo elegido para salvar a Temperley del descenso fue Gastón Esmerado. El Gato cambió el chip desde el primer momento y propuso sumar puntos en casa cancha que su equipo le toque jugar. El empate 0-0 frente a Banfield en el Florencio Sola, las victorias en el Alfredo Beranger frente a San Martín de San Juan por 1-0 y Tigre por 2-1, sumado a el empate frente a Argentinos Junior por 2-2 hizo que el hincha del  Gasolero se ilusione de cara al segundo semestre. 


El déficit más grande de Temperley fue la defensa. El Celeste recibió 20 goles en 12 fechas, en dos oportunidades recibió cuatro goles, dos goles en tres, un gol en tres y tres goles en una. 12 de esos 20 goles fueron en el Beranger que paso de ser una fortaleza a un lugar débil donde el rival se sentia cómodo para jugar, algo que en el semestre anterior no pasó y sin duda pesó a la hora de determinar el destino del Gasolero.

El grito de gol fue casi nulo en el primer semestre. Solamente 8 goles en 12 fechas y llegando a estar tres partidos sin convertir entre las fechas 5 y 8 de la Superliga. Temperley no convirtió goles en cinco fechas: frente a River, Estudiantes, Colón de Santa Fé, San Lorenzo y Banfield. Los goleadores de la primera parte del campeonato fueron Adrián Arregui con tres, Ramiro Costa y Juan Ignacio Sánchez Sotelo con dos y Mathias Villasanti con uno.