La selección de Rusia tiene como objetivo principal demostrar que no sólo tiene plata para hacer un Mundial, sino que también tiene un plantel competitivo para forsejear ante grandes equipos.

En primer lugar hay que resaltar que el técnico Stanislav Cherchésov apuesta por una formación 3-5-2, que demuestra su énfasis en el manejo de la posesión, la presión asfixiante y la superpoblación a la hora de hablar del ataque.

Pero antes de atacar, hay que destacar que el equipo tiene un guardameta que se encarga de desactivar cada bomba que llueve en el arco. Así es, estamos hablando de Igor Akinfeev, el experimentado de 32 años de edad que todavía se desempeña en el CSKA Moscú. A puro reflejo y grandes estiradas, siempre salva a su selección de que cada ataque termine en anotación. Arquero de garantía para la máxima competencia.

Luego se presenta la línea de tres defensores compuesta por Fedor KudryashovVladimir Granat y Mario Fernandes. Los tres cumplen el rol de centrales, donde generalmente se ubican más adelantado de lo común para jugar con el fuera de juego.

En el medio, Alan Dzagoev vendría a ser el cinco que viene a cubrir el sector medio de la cancha y está encargado del primer pase limpio. Alexander Golovin y Alexander Erokhin tienen la misión de ser receptores del cinco del equipo y de tratar de hacer jugar al equipo. Misión bastante comprometedora y exigente para ambos. Los dos eslabones que completan el medio son Yuri ZhirkovAlexander Samedov , quienes no sólo tienen la función de atacar por las bandas, sino que también deben cumplir con un ida y vuelta constante para tapar los huecos que deja la línea defensiva.

En el ataque, al quedarse sin Kokorin, la responsabilidad de dejar afónicas las gargantas de los simpatizantes locales quedará en manos de Alexey MiranchukFedor Smolov, dos atacantes que sin ser estrellas, tienen las condiciones y virtudes necesarias para vencer a cualquier defensa.

En síntesis, se puede decir que ante la propuesta ofensiva de darle mucho movimiento a lo largo y a lo ancho de la cancha por parte del técnico no es mala, pero la irregularidad, la inexperiencia y la poca brillantez de algunos jugadores puede jugarle en contra al anfitrión del Mundial.