Marruecos llegará al Mundial de Rusia con la misión de hacer la mejor actuación posible, en un grupo complicado que integra junto a Portugal y España, firmes candidatas a avanzar a los octavos de final, e Irán. A pesar de esto, cuenta con algunas armas para complicar a sus rivales, con una base de jugadores que en su gran mayoría juegan en equipos europeos.

El técnico francés Hervé Renard suele parar en cancha un esquema 4-2-3-1, que se caracteriza principalmente por el buen manejo de la pelota y la velocidad que le pone a sus traslados. Los costados son fundamentales para generar mano a mano o superioridad en el centro de la cancha. También es capaz de mutar a un 4-5-1, en caso de enfrentarse a conjuntos con mucho potencial ofensivo, para aportar un mayor equilibrio defensivo.

En defensa, es clave la presencia del hombre más importante del equipo, Medhi Benatia, jugador de la Juventus de Italia. De buena técnica, gran condición atlética, habilidad para salir jugando con el balón y con un destacado en juego aéreo. Lo acompañara Romain Saïss y por los laterales el experimentado Nabil Dirar y una de las promesas del fútbol mundial en esa posición, Achraf Hakimi, jugador del Real Madrid, que se destaca por su velocidad y talento a la hora de pasar al ataque. Cabe destacar que Marruecos se clasificó al Mundial sin recibir goles en la Eliminatoria africana.

El mediocampo tiene la presencia de un doble cinco compuesto Karim El Ahmadi y el veterano Mbark Boussoufa, destacado por ser un jugador todo terreno. En la parte creativa delante de los volantes centrales, aparecen Nordin Amrabat, un jugador dinámico por el costado derecho, Younes Belhanda, habilidoso con la pelota en los pies y Hakim Ziyech, máximo asistente de la Eredivisie de Holanda. El único delantero que tendrá el conjunto marroquí será Khalid Boutaib, jugador de buena altura (1.90), que sabe meterse meterse entre los centrales y generar espacios en el área rival.