Luis Suárez participará por fin en una gran competición con Uruguay. La última vez que lo hizo fue en la fase de grupos del último Mundial, en Brasil, cuando un mordisco a Giorgio Chiellini en el hombro supuso la sanción de nueve partidos oficiales con su selección. Se perdió la Copa América 2015 y un año después, en la Copa América Centenario, el banquillo pagó la impotencia del charrúa, lesionado, sin poder saltar al campo y con los suyos eliminados en la primera fase.

 
Pero llegó el día en que el ariete del FC Barcelona se juntará de nuevo con Edinson Cavani para formar una de las duplas ofensivas más potentes del torneo. ha terminado en sus tres temporadas como culé por encima de los 30 goles en todas las competiciones y con cinco tantos en dos Mundiales. 
 En el 2014, el 'Pistolero' fue castigado por la Comisión Disciplinaria de la FIFA, que consideró al uruguayo "culpable" de una agresión y un acto antideportivo al morder a Chiellini durante el último partido de Uruguay en la fase de Grupos del Mundial de Brasil.
 
Pero cuatro años después vuelve siendo uno de los máximos artilleros del Barcelona FC Entretanto, el Mundial de Rusia está a la vuelta de la esquina y la dupla Suárez-Cavani, viceversa, goza de un presente superlativo y es considerada una de las mejores del mundo, si no la mejor. 
 
Descontada la certeza de que cada vida es sustantiva, tiene valor en sí misma y una riqueza no necesariamente más o menos elevada que la de otras vidas, la de Luis Alberto Suárez tiene visos novelescos o de filme hollywoodense.
 
El amor, el abismal sentimiento que lo unió a Sofía Balbi fue el resorte y el impulso vital que lo rescataron de su reticencia a la fragua del entrenamiento riguroso, a la disciplina, al acatamiento de prescripciones y órdenes. Rubricado, en compromiso de honor, todo en Suárez fue ascenso, avance, cumbre: se hizo profesional en Nacional, a los 19 emigró a Holanda y en la Eredivisie saltó del Groninger al Ajax, se constituyó en el primer extranjero de mayor cantidad de anotaciones en una temporada (35 en 33 partidos), pasó el centenar y en 2011 fue transferido a Liverpool.  
 
En la Premier, con la casaca de Los Rojos, devino delantero completo, hizo 82 goles y por fin convenció a la dirigencia del Barsa de que una montaña de euros, un poco más de 81 millones, bien pagada estaría. Todo lo demás es historia reciente, en Catalunya los esplendores del Pistolero se potenciaron en la medida de la abundancia de una interlocución tan calificada que allanó el camino a un fabuloso registro de 152 goles en 197 partidos (un promedio de 0.77) y un pozo acumulado de once títulos en uno de los equipos más ganadores de todos los tiempos. 
 
A ocho años de la salvada a lo arquero contra Ghana y a cuatro de la dentellada al italiano Giorgio Chiellini, se avecina el tiempo de hacer más profunda su ya gloriosa huella con su amada “Celeste”, la camiseta con la que tiene una marca récord en las Eliminatorias, fue decisivo en la conquista de la Copa América de 2011 y suma medio centenar de goles en 96 presentaciones. 
 
 
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