Alemania se perfila como gran candidato a revalidar el título mundial conseguido en Brasil 2014 en Rusia gracias al gran trabajo que se está haciendo en la Bundesliga. La conquista del pasado Campeonato de Europa Sub-21, unido a la adjudicación de la Copa Confederaciones, y la clasificación a Rusia 2018, es una selección completamente remozada y repleta de jóvenes y prometedores jugadores salidos de la cantera. Son los argumentos de peso del fútbol alemán para seguir siendo referencia en Europa y el mundo. Un éxito que no es, ni mucho menos, fruto de la casualidad. 

La actual selección campeona sólo tiene un objetivo: convertirse en la primera selección en conquistar dos Mundiales consecutivos desde que Brasil lo lograra en 1962. Es decir, busca entrar entre las leyendas y ser considerada la mejor selección contemporánea. Al menos, a efectos estadísticos sería una afirmación indiscutible. 

Desde luego, "Die Germanen" tiene argumentos más que sobrados para hacer realidad su afán de volver alzar la Copa. Por ejemplo, su arrolladora fase de clasificación, en la que se convirtió en la única selección en conseguir preeminencia en todos los encuentros disputados. Además, lo hizo con la mayor diferencia de goles, nada menos que un total de 39 goles positivos, entre tantos marcados y recibidos. 

Son datos que hablan del poder de un equipo en la más amplia extensión de la palabra. Su seleccionador, Joachim Löw, fue capaz de armar un conjunto en el que prima el colectivo por encima de las individualidades. No hay una gran estrella, sino un conjunto extraordinario de futbolistas que saben muy bien a lo que juegan. 

Es cierto que ahora ya no tiene a pilares como fueron los retirados Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger o Miroslav Klose.  

Lo ocurrido en la última Copa de Confederaciones fue todo un aviso para las demás selecciones: Alemania ganó con una "selección B", con un equipo sin sus principales hombres. Y eso es porque el seleccionado germano sabe como apostar al talento joven y confía en él. Además, Alemania está alumbrando una brillante nueva generación de futbolistas con referencias obvias como Leon Goretzka, Timo Werner, Joshua Kimmich o el propio Marc-André Ter Stegen, ya indiscutible estrella en la portería del Barcelona. 

Esta Alemania contemporánea quiere su segundo Mundial consecutivo y se ganó el derecho de considerarse como uno de los grandes favoritos: por estadísticas, mentalidad y fútbol.