Las Eliminatorias europeas suelen estar cargadas de un estigma, que es la gran disparidad de nivel de las selecciones que pertenecen a la UEFA. Además, es la federación que más cupos otorga: 13 de las 32 selecciones en un Mundial son europeas (en esta edición 14, porque lo organiza Rusia). No obstante, solo clasifica directamente a la cita mundialista el ganador de cada grupo: se arman nueve zonas de seis equipos cada una, con un ganador, mientras los ocho mejores segundos juegan un repechaje, de los cuales salen los otros cuatro equipos con su boleto a la Copa del Mundo.

Francia integró el Grupo A junto a Suecia, Bulgaria, Luxemburgo, Bielorrusia y una potencia, Holanda, que venía de ser tercero en Brasil 2014 y subcampeón en Sudáfrica 2010. La Naranja siempre complica, no obstante, terminó afuera de Rusia 2018. 

Los Galos dominaron su zona de principio a fin: de 10 partidos disputados, ganaron siete, empataron dos y solo perdieron una vez (ante los suecos), con 18 goles a favor y seis en contra. A Rusia, con 23 puntos conquistados de 30 en disputa. A la repesca fue Suecia, que daría el golpe y eliminaría al tetracampeón mundial Italia. Comparando con otros primeros, obtuvo menos puntos que Polonia (25), Portugal (27), Inglaterra (26), España (28), Bélgica (28) Alemania (30), aunque su zona era más difícil que él de muchos de sus pares clasificados.

Los máximos artilleros en las Elimiantorias fueron Oliver Giroud (4), Antoine Griezmann (4), Kevin Gameiro (2), Paul Pogba (2), Dimitri Payet (2), Thomas Lemar (2), Kylian Mbappé (1) y Blaise Matuidi (1). Una eliminatoria corta (se desarrolló en solo un año, luego de la Euro 2016), efectiva y con reparto de goles entre sus figuras. Francia va a Rusia con las ganas de coronarse.