Está más que claro que el futbolista, en actividad, que mejor ha representado a lo largo de su carrera al seleccionado islandés es Gylfi Sigurdsson, y no me refiero solamente a los partidos con la camiseta del equipo nacional, sino también a lo que ha hecho en los distintos clubes por donde ha pasado.

El volante inició su carrera en el ascenso de inglés, y luego de un gran paso por el Reading, donde jugó 48 partidos y marcó 23 goles, fue transferido al Hoffenheim de Alemania en más de 5 millones de euros con tan solo 20 años. En su primer año jugando en la Bundesliga alcanzaría un gran nivel: 10 goles en 32 encuentros.

A mediados de su segunda temporada en Hoffenheim, Sigurdsson sería cedido y volvería a la liga inglesa, pero esta vez para jugar en la Premier, vistiendo la camiseta del Swansea galés, equipo que jugaba por primera vez en la máxima categoría de Inglaterra. Tras 19 partidos, siete goles y un premio al mejor jugador del mes de marzo en la Premier League, el Tottenham Hotspur se fijaría en el ya internacional islandés.

10 millones le saldría el pase de Sigurdsson al equipo por entonces dirigidos por André Villas Boas. En el club londinense sería donde adquiriría rose internacional, a nivel de clubes, por primera vez en su carrera, llegando a disputar 19 partidos de Europa League.

Sigurdsson no mostró un nivel tan alto jugando para Tottenham, por lo que fue uno de los futbolistas que abandonó el club tras la llegada de Pochettino al banco de los Spurs. Su destino sería nuevamente Gales; Swansea desembolsaría poco más de 10 millones de euros para repatriar a la figura islandesa.

Su segundo paso por el "cisnes" marcaría los mejores años de su carrera hasta ahora: 30 goles y 28 asistencias en 113 partidos, logrando en dos ocasiones ser el tercer máximo asistidor de la liga en un equipo que temporada tras temporada empeoraba sus campañas.

Sus 13 asistencias durante la campaña 16-17 llamaron la atención del Everton, que invirtió casi 50 millones de euros en el pase del jugador, proclamándose así como el futbolista más caro en la historia de Islandia. Se generó una gran expectativa sobre los "toffees" al inicio de la temporada por lo que podían generar sus dos nuevas figuras: Sigurdsson y Rooney, pero esta sociedad no logró afianzarse como los fanáticos esperaban y tuvieron que conformarse con un octavo puesto y una temprana eliminación en la UEFA Europa League.

Las alarmas se encendieron para el seleccionado islandés cuando el sábado 10 de marzo del 2018 todo el mundo del futbol se hizo eco de la lesión en la rodilla que Sigurdsson había sufrido ese día ante el Brighton. Al principio se especuló con que se perdería la copa del mundo, pero luego el club informó que la recuperación le llevaría dos meses y que llegaría, con lo justo, al mundial de Rusia.

Con su selección Sigurdsson lleva jugados un total de 56 partidos, habiendo marcado 19 goles y repartido 10 asistencias. Es el tercer máximo goleador de la historia de su seleccionado solo por detrás de: Gudjohnsen (26) y Sigþórsson (22), este último aún está en actividad.

Además, Sigurdsson fue el máximo goleador de Islandia en la clasificación para la Eurocopa 2016 con seis goles y en la clasificación a la Copa del Mundo con cuatro, logrando que el país insular se clasificase por primera vez en su historia para ambas competiciones.

Números finales en la carrera de Sigurdsson:

Partidos disputados: 413

Goles anotados: 111

Asistencias: 69