Quedan una días para el debut en la Copa del Mundo contra Islandia y llega la hora de la verdad para la Selección Argentina. Todavía Sampaoli no tiene el once ideal y está en búsqueda de ello, pero el único que tiene un lugar asegurado es Lionel Messi. El hombre del Barcelona quiere cumplir su sueño, quiere gritar campeón del mundo con el conjunto nacional. Es el único trofeo que no tiene en su exitosa trayectoria y buscará tener revancha en Rusia.

Un camino tumultuoso

Con la albiceleste Messi no ha vivido tan buenos momentos como con la azulgrana. Desde su debut allá por 2005, el crack mundial ha disputado tres citas mundialistas hasta la fecha. Eliminado en cuartos de final en el Mundial de Alemania 2006, serie que la vio desde el banco con cara de frustración. Fue vapuleado en los cuartos de Sudáfrica 2010, por una Alemania que no perdonó con un contundente 4-0. Y finalmente, sufriendo una dura -y hasta injusta si se quiere-  derrota en la final ante el equipo germano en Brasil 2014.

Aquella derrota fue el primer duro golpe para Argentina, y en particular para Leo Messi. Con pesimismo de por medio, y con las dos caídas ante Chile consecutivas copas América, el astro albiceleste llegó a dejar el combinado nacional después de los tres fracasos.

Messi mirando una Copa del Mundo esquiva, una imagen que recorrió el mundo | Foto: Getty.
Messi mirando una Copa del Mundo esquiva, una imagen que recorrió el mundo | Foto: Getty.

Sin embargo, el '10' no pudo evitar el amor hacia el país que lo vio nacer y regresó más ilusionado que nunca. En las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, volvieron a surgir las dudas sobre el liderazgo de Messi, pero el 'craque' volvió a despejarlas en el último encuentro con un triplete de en sueño.

Por eso ahora, el seleccionado argentino quiere dar la vuelta olímpica 32 años después de la última vez y hacerlo de la mano de un Messi sobre el cual todo el pueblo albicelete coloca su ilusión.

Seguir sumando goles

Los números de Messi son extraterrestres y Rusia 2018 llega como una nueva posibilidad de confirmar e incluso agrandar esas estadísticas. Lio ya es el máximo anotador histórico de la albiceleste, habiendo anotado sesenta y cuatro goles, quedando por delante de Gabriel Batistuta con cincuenta y seis goles en setenta y ocho partidos y Sergio Agüero, con treinta y siete goles en ochenta y cinco partidos.

De esos 64 tantos, cinco llegaron en citas mundialistas. Convirtió su primer gol en Alemania 2006 en el 6-0 ante Serbia y Montenegro, pero luego tendría que esperar hasta Brasil 2014 para sumar los restantes cuatro gritos, ya que Sudáfrica 2010 no lo vio goleador.