El 14 de junio, pero del año 2000, Boca Juniors recibía a Palmeiras en La Bombonera. El encuentro correspondía a la ida de la final de la Copa Libertadores, otra vez un equipo de Brasil en el camino del Xeneize. Los dirigidos por Carlos Bianchi igualaron 2 a 2, lo que para muchos no parecía un buen resultado, ya que debían definir la serie nada menos que en el Morumbí.

El partido se abría recien a los 21 minutos del primer tiempo, Juan Román Riquelme recibía, daba el pase para Antonio Barijho, quien vio a un compañero para que meta el centro. La pelota cayó justo al corazón del área, donde Sebastián Battaglia la metió de cabeza y de la misma manera, con un cabezazo, apareció Rodolfo Arruabarrena para poner el primer gol de Boca. Sobre el final, a los 43, un tiro libre a favor del conjunto visitante. El envío fue justo hacía Pena, que saltó muy bien y la peinó, poniendo el empate. Palmeiras iba a tener una más, un ataque en profundidad que terminó en remate, pero Oscar Córdoba tapaba.

En el complemento, a los 16 minutos, el Xeneize volvía a ponerse en ventaja. Tras un tiro de esquina ejecutado por Guillermo Barros Schelotto, despejaban, la pelota quedaba viva, volvían a envíar un centro, peinó Rodolfo Arruabarrena, Jorge Bermúdez remató, y el Vasco la empujaba. A los 27, Euller recibía un gran pase, se acomodó y metió un disparo cruzado, así igualaba nuevamente el partido, terminaría siendo el resultado definitivo. A pesar de eso, Boca levantaba la Copa en Brasil.

El equipo formó de la siguiente manera: Oscar Córdoba; Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Walter Samuel, Rodolfo Arruabarrena; Sebastián Battaglia, Cristian Traverso, Gustavo Barros Schelotto, Juan Román Riquelme; Christian Giménez, Antonio Barijho.