Los belgas dieron cátedra de buen fútbol a pesar de sus carencias defensivas, abren demasiados espacios; pero en el ataque tienen a Kevin de Bruyne, una joya en el mediocampo y a Romelu Lukaku quien igualó a Maradona con dos dobletes consecutivos.
Lukaku, de paso, se convirtió en el líder de la tabla de goleadores de la Copa del Mundo con cuatro conversiones (le había marcado dos a Panamá en el debut). Esa cifra lo empareja con Cristiano Ronaldo de Portugal pero también le permite seguir extendiendo una racha goleadora impresionante.
El conjunto de Roberto Martínez ha llegado a Rusia como la tercera selección en la clasificación de la FIFA. Como evidencia, hasta el duelo con los tunecinos jamás había marcado cinco goles en un partido mundialista. Bélgica va tan rápido que a Lukaku le han bastado dos jornadas en Rusia para igualar con cinco goles a Wilmots, hasta la fecha máximo goleador belga en el torneo mundial.
Futbolistas tan chisposos como Mertens y, sobre todo Hazard, le permiten conjugar talento y velocidad. A los cinco minutos, una exquisita combinación entre los dos derivó en un atropello clamoroso de Syam Ben Youssef sobre Hazard, al que pareció haberle derribado un convoy. El capitán belga anotó el penal sin problemas.
Cada intercepción belga resultaba un martirio para Túnez, fundida ante un rival con tanta marcha. Los africanos solo veían volar a Hazard y Mertens o los laterales pasados a delanteros como Meunier. Una gran jugada de Mertens agarró mal parada a la defensa tunecina, Lukaku se desmarcó y el delantero del Manchester United cerró la jugada con un zurdazo perfecto a la red.
Aunque la ventaja era tremenda, un Túnez entusiasta pese a tanta desventaja en apenas un cuarto de hora, logró llegar al área de Courtois, hasta que Bronn cabeceó a la red una falta lanzada por Khazri.
Con ánimo de remontada, a Túnez se le acumularon las desdichas. Bronn, su goleador, y el desnortado Syam Ben Youssef se lesionaron y tuvieron que hacer un recambio. Por ello también a la propuesta del equipo tunecino que no era mala se terminó de desmoronarse, por la superioridad de su rival y también por el recambio de los jugadores que no encajaron igual en el equipo que los titulares. Fue así que el primer tiempo se cerró con otra perla de Lukaku quien marcó el 3-1 tras una estupenda asistencia de Meunier justo a un paso del descanso.
La máquina perfecta
De vuelta, Hazard, un jugadorazo cuando no pone el intermitente a los partidos, certificó el gol de la tarde. Al pase de De Bruyne respondió Hazard con un toque de galera y bastón. Se coló entre los dos centrales, apabulló al arquero con un toque sutil con el arco vacío. Con el partido cerrado, Roberto Martínez reguló las acciones. Y llegó el tanto residual de Khazri, que en nada rebajó lo realizado hoy en la mañana de argentina por la selección belga, una máquina de jugar bien.
Un dato no menor y que encuadra a esta selección es que Romelu Lukaku anotó dos dobletes consecutivos en esta Copa del Mundo (Panamá y Túnez). Algo que no pasaba hace treinta y dos años. ¿El último jugador en hacerlo? Diego Armando Maradona en México 86 contra Inglaterra y Bélgica.
Además y esta es la parte mala para Bélgica, el atacante belga Romelu Lukaku sufrió una lesión en un tobillo que le puede obligar a perderse el tercer duelo del Mundial de Rusia frente a Inglaterra. "Hay un 50 % de opciones de que juegue, mañana tengo que ver a los médicos para tomar una decisión", aseguró el atacante, que se retiró tras haberla descollado ante Túnez.