Desde hace días se sabía que Pablo Mouche tenía todo acordado de palabra con San Lorenzo para ser el segundo refuerzo (el primero fue Santiago González, quien llegó desde Deportivo Maipú de Mendoza) del equipo de Claudio Biaggio. 

Este lunes, el delantero de 30 años, junto a su representante, terminó de arreglar en San Pablo la rescisión de su contrato con el Palmeiras, donde aún le quedaba un año de vínculo, y quedó en libertad de acción para convertirse en nuevo jugador del Ciclón. 

La idea es que el ex Boca, Lanús y Banfield llegue al país cuanto antes, para firmar su contrato con el club de Boedo, el cual sería por dos temporadas, y ya poder sumarse al trabajo del plantel en Cardales, donde se está realizando la parte más fuerte de la pretemporada. 

El fuerte de Mouche no es el gol, y en la última temporada solo anotó cinco tantos (uno de ellos a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro). Durante su carrera jugó para nueve equipos, y en Boca Juniors forjó una gran amistad con Blandi, lo que puede haber sido un factor clave para que Mouche recale en Boedo. 

San Lorenzo, con estas dos incorporaciones, recupera el juego exterior que había perdido tras la salida de Ezequiel Cerutti, y sin hacer ningún gasto. Con el tiempo veremos si otro mercado austero se convierte en éxito, o se suma a la cadena de errores de los últimos libros de pases. 

Además, la dirigencia azulgrana tiene la intención de sumar un volante mixto, un mediapunta y volante nato, por eso tiene apuntado a Ariel Rojas, con poco lugar en River, Matías Suárez, de Belgrano y a Lucas Menossi proveniente de Tigre.