A este partido le sobró pimienta desde el inicio, donde se dispuso un tiro libre al minuto y medio con una oportunidad de gol poco aprovechada por parte de Suiza, donde se ejecutó un tiro sin fuerza, a pesar de la buena ejecución de Shaqiri, una de las estrellas del equipo rojo. Costa Rica supo responder atentamente a los tiros constantes en los primeros diez minutos del partido que, seguramente, habrá puesto los pelos de punta a los hinchas suizos que no pudieron evitar las expresiones preocupadas.

El público de Costa Rica fue ruidoso y emotivo, mostrando en cada acercamiento al arco oponente gritos de euforia imposible de contener o disimular. El gambeteo de Costa Rica fue aprovechado en cada momento y las cámaras no dejaban de enfocar constantemente el campo suizo, copado por las camisetas blancas. Sin embargo, rápidamente sus ánimos se bajaron con el repunte de la jugada del equipo suizo.

En los primeros momentos del primer tiempo, Suiza no mostró una respuesta ante una ofensiva ágil, prolija y, sobretodo, furiosa que no dejó pasar ninguna oportunidad, donde la ausencia de los demarques suizos fueron, tal vez, las principales fallas. Los primeros diez minutos fueron un constante tiro al travesaño al arco suizo. La primera amonestación se la llevo Cristian Gamboa, a los 11 minutos del primer tiempo, luego de meter su pie a Embolo, tras ver que perdía la pelota.

La defensa de Costa Rica supo responder ante los ataques suizos y pudo despejar la zona rápidamente cuando la ocasión lo requería. Se notaban la energía y la ambición latina de quedarse en el Mundial y ese espíritu de competencia, jugó un poco en contra al equipo europeo que, tal vez, se habrá confiado de que éste sería un partido sencillo. El ataque de Suiza, si bien fue certero, no llegó a ser lo suficientemente firme como para aprovechar las oportunidades de conversión. Esto quedó en el olvido, cuando Suiza comenzó a responder activamente en el encuentro.

Yann Sommer, sin dudas, fue desde el inicio la figura del partido de este encuentro, quien no dejó escapar la pelota, con agarres firmes, rápidos y, sobretodo, cuidados de no dejar escapar al arco desde todas sus posibilidades y dificultó el partido para Costa Rica en su último encuentro tras no haber podido pasar de la fase de grupos.

Joel Campbell fue amonestado a los casi 30 minutos del primer tiempo por un codazo para protegerse del robo y, a diferencia del primer amonestado del partido, éste si dio una queja hacia el árbitro. Suiza no se hizo esperar y aprovechó un momento flojo del arquero de costa rica, donde el mediocampista, Blerim Džemaili rompió el arco de forma precisa, después de un centro al área, donde Embolo aportó bajando la cabeza para la conversión del gol.

En los momentos que se veía al técnico Óscar Ramírez, se lo mostró contrariado, preocupado y muy serio, donde hasta unos pocos llegarían a atreverse a decir que estaría al borde de romper en llanto. Por su parte, Pektovic estuvo despierto, dando indicaciones, inquieto, pero intentando mantener la calma.

Casi al final del primer tiempo, que al final se terminó extendiendo por un escaso minuto, Suiza tuvo su primer amonestado, el capitán Stephan Lichtsteiner. Con el marcador detenido en los primeros 45 minutos de este partido, los fanáticos suizos no pudieron evitar su euforia, cantando y festejando el remonte de la delantera suiza.

Luego de un entretiempo que se pasó volando, los segundos 45 minutos iniciaron con unos desprolijos pases costarriqueños, pero que terminaron perjudicaron a Shaqiri, que recibió una patada en la tibia que no fue amonestada. Luego de un tiro libre de Suiza, que fue aprovechado por la delantera de Costa Rica, fue Ricardo Rodriguez quien esfumó sus oportunidades de ejecutar un gol. Sin embargo, esto no hizo que el conjunto latinoamericano se rindiera ante las esperanzas de empatar el partido, donde Campbell erró un tiro de centro directo al arco de Sommer.

Los remates suizos se hicieron cada vez más fuertes, más firmes y, sin dudas, mucho más frecuentes haciendo que las oportunidades de dar lugar a un segundo gol fueran mucho mayores. La defensa Suiza fue más fuerte y mucho más firme, pero en cada flaqueza, el conjunto de Óscar Ramírez supo aprovechar las oportunidades, aunque el arquero estrella lograba controlar la situación automáticamente, aunque a los casi 60 minutos del partido, fue Costa Rica quien aprovechó un apretado momento de tiro libre donde el defensor Kendall Watson convirtió el gol tan esperado por el público latinoamericano con un remate de cabeza, imponiéndose a Akanji.

Para la mitad del segundo tiempo, parecieran que ambos equipos aflojaron con la intensidad de las jugadas y los fuertes ataques delanteros y ya el ataque de Costa Rica no fue tan fuerte e intenso como en el inicio del partido. Se destacaron las constantes modificaciones para mantener encendido el partido que, hasta entonces, estaba más picante, pero se transformó en insípido de a momentos. También, los tiros de esquina y los laterales fueron constantes y repetidos durante la segunda mitad del partido.

Xhaka se caracterizó por ser un gran elemento para que Suiza volviera a mantener las oportunidades de gol en un alto nivel, sin embargo, el segundo amonestado del conjunto de Pektovic fue Denis Zakaria, por frenar a Gamboa con un agarrón que terminó en caída. Con 10 minutos sobrantes de juego, el técnico decidió retirar a Shaqiri quien, sin dudas, fue un jugador que aportó en gran medida al partido y, a su vez, Costa Rica decidió implementar los primeros cambios de jugadores, saliendo el mediocampista Daniel Colindres y entró Rodney Wallace, quien lo terminaron por ubicar a la derecha del centro, para acompañar las jugadas de Campbell.

A tres minutos del final del partido, el conjunto suizo se encendió nuevamente con un tremendo remate que se transformó en su segundo gol, de la mano del delantero Josip Drmic que abrió el pie, tras recibir un pase de frente, con una gran definición. Contra todo pronóstico, el árbitro determinó un penal para Costa Rica, por una supuesta falta hacia el suizo Rodríguez que, más allá de haber cometido una posición adelantada, no mostró un error mayor y se terminó desestimando la posibilidad de penal y Watson fue quien se llevó la amarilla.

Como un vals, se retrocedió nuevamente a la idea de penal para los 'ticos' cuando Campbell se enganchó y empujó a tal hasta hacerlo caer, ya siendo los 90 minutos del partido, donde Bryan Ruiz logró superar las manos del impenetrable Sommer, consiguiendo el empate, tras los ojos incrédulos de los suizos. Con este final inesperadísimo, así el partido concluyó, teniendo a Brasil que ya se convirtió en un clasificado a octavos y ahora el próximo rival de los rojos, será Suecia. 

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Sobre el autor
Fedra Venturini
Estudiante de Comunicación Social. Pseudoperiodista