Llegó el momento. No habrá más espera. Luego de tanto sufrimiento en la fase de grupos, finalmente el instante definitivo está aquí. Los tan ansiados octavos de final paulatinamente se fueron convirtiendo en el objetivo. Pero ahora que está aquí la Selección Argentina, su meta será la siguiente ronda, y luego la siguiente, y así sucesivamente. La ilusión y la esperanza de un argentino es algo que nunca se pierde. Todos tenemos fe y anhelamos ver a esta generación de jugadores lograr un título con la albiceleste. Hoy es algo utópico, pero la idiosincracia nuestra es así, imaginamos cosas casi imposibles.
Sin embargo, somos personas pensantes y conscientes de quién es el rival a vencer. Sabemos todo, cómo jugó los tres partidos anteriores, qué formaciones planteó, qué estilo tiene y cuáles son las probabilidades de triunfar.
Francia pensaba ser uno de los mejores equipos de esta Copa, por nombres, por grupo, y por lo que potencialmente podía exhibir en cancha. Pero las cosas, al igual que a la mayoría de selecciones, no le salieron como esperaba. Obtuvo 7 puntos en su zona, provenientes de dos victorias que lo posicionaron directo en esta fase, y un empate. Convirtió tres goles y recibió solamente uno. Partido a partido fue encontrando su manera y manteniendo un nivel de juego. Contra Australia en el debut hizo un buen partido, pero se confió del rival y de repente se le complicó. Sin embargo, la calidad individual de sus futbolistas fue superior para revertir un empate. Después vino Perú, quien tenía la necesidad de vencer para seguir. Una muestra futbolística de la mano de Kylian Mbappé, Griezzman y Giroud le dio la victoria por un flaco 1-0 a los galos, que entraban directo en octavos. Ante Dinamarca, un empate los mantenía a ambos en esta fase, así que protagonizaron el primer 0-0 de la Copa.
Sin dudas que nombre por nombre es una selección a la cual temerle, con jugadores muy jóvenes que ya son figuras o principales animadores de las principales ligas europeas como Griezmann, Kanté, Pogba, Mbappé, Giroud, Varane, Matuidi, Umtiti, Dembelé, Lloris. Ha variado de esquemas, entre un 4-3-3 y un 4-2-3-1, con diferentes puntas, mediocampistas de quite, y extremos. Su técnico es un hombre pragmático, fundamentalista, ex campeón del mundo como jugador. Didier Deschamps, no duda tampoco en quién es su rival, pero confía en la calidad de los integrantes de su plantel. Tampoco es ningún tonto, y contra Argentina pondrá lo mejor a su disposición.
Del lado argentino, hay muy poco que no sepamos aún. A la selección no le sobra nada en cuanto al juego, pero sí en los nombres. En eso es un partido bastante parejo, más allá de que Francia haya demostrado más colectividad que Argentina en la fase de grupos. Más allá de eso, al día de hoy tenemos la imagen de la épica demostrada ante Nigeria, con el ánimo por las nubes, pidiendo otro rival para ganarle. Pero no hay que olvidar la cara que mostró el combinado albiceleste ante Islandia, y sobre todo ante Croacia. La realidad es cambiante momento a momento, pero parece haber encontrado un funcionamiento esperanzador, más gracias a los jugadores que a Sampaoli, quien tiene un equipo casi definido.
En el arco, Armani otorgó más seguridad y confianza que Caballero, a quien su error fatal con Croacia lo condenó. La defensa fue un complemento que estuvo decidido desde el primer día, o al menos varios de sus elementos. Con Mercado, Otamendi, Rojo y Tagliafico, todo aparenta que el técnico casildense tiene su zaga titular. En el medio la fortaleza defensiva de Mascherano, y en menor medida de Enzo Pérez, se completan con la calidad de buen pasador y asistidor de Éver Banega. Por los costados, Di María, y Pavón -posible titular en este encuentro- le aportan la cuota eléctrica de velocidad para explotar las bandas y conseguir desbordar hasta la línea del fondo. El punto donde más cambió fue el del delantero centro. Comenzó todo con Agüero, siguió con Higuaín, y este partido lo tendrá -seguramente- a Lionel Messi como “falso 9”, posición en la que se terminó de volver mega-crack en el Barcelona de Guardiola.
Como recambio los nombres no son menos: Agüero, Higuaín, Dybala, Lo Celso y Biglia son algunos de los ejemplos más rutilantes de los jugadores que la rompen en Europa y pueden ser un impulso para un mal momento de la selección, o para mantener un resultado.
Llegó la hora de la verdad. 90 minutos que son un win or go home. En su defecto serán 120, y quizás haya penales que nos harían sufrir del corazón. Es el momento de que la Selección Argentina demuestre para qué está en este Mundial, a qué puede aspirar en esta competición, y que enseñe al mundo que tener a su mejor jugador es una ventaja que sabrá utilizar. Desde este sábado, a las 11 horas de Argentina, se medirán en el Kazán Arena.
El árbitro
La FIFA designó al iraní Alireza Faghani como autoridad principal del partido entre Argentina y Francia. Reza Sokhandan y Mohamm Mansouri, ambos también de Irán, estarán como jueces de línea, mientras que el cuarto árbitro será un viejo conocido: el chileno Julio Bascuñán.
Historial franco-argentino
Ambos son campeones del mundo y viejos rivales. Totalizan 11 enfrentamientos entre ellos muy favorables a nuestra selección: 6 victorias, 3 empates y 2 victorias francesas. En Copa del Mundo, dos partidos con triunfo para la albiceleste: 1-0 en 1930 y 2-1 en 1978. ¿El dato? Cada vez que se vieron en Mundiales, Argentina llegó a la final y en una se consagró campeón.
El estadio
El estadio es relativamente nuevo. Fue construido a orillas del río Kazán por los mismos arquitectos que diseñaron el Nuevo Wembley inglés. Comenzó a levantarse en mayo de 2010 y fue inaugurado en 2014. Cuenta con capacidad para albergar 45.379 personas sentadas. ¿El dato? Francia debutó aquí contra Australia en su victoria por 2-1.
Posibles alineaciones
Francia: Lloris; Pavard, Varane, Umtiti, Hernández; Kanté, Matuidi, Pogba; Mbappé, Giroud, Griezmann.
Argentina: Armani; Mercado, Otamendi, Rojo, Tagliafico; E. Pérez, Mascherano, Banega; Pavón, Messi, Di María.