En el invierno pasado, bajo la conducción de Caruso Lombardi, además de los refuerzos multitudiarios, se caracterizó por dejar afuera a juveniles que venían mostrándose en Primera. Este invierno, Cristian Ledesma también decidió recortar al plantel de manera similar: Claudio Spinelli fue vendido a Genoa, y se marcharon a préstamo Agustín Cardozo y Ramón Miérez.

Con la llegada de Jorge Ortíz, y corriendo detrás de Lucas Menossi y Sebastián Prediger, Cardozo quedó relegado. Pitín debutó en Primera en 2016, y a pesar de haberse ganado un lugar en el mediocampo, estuvo seis meses cedido en Santamarina de Tandil y regresó este año. No obstante, no tenía lugar con el Lobo. En total, entre sus dos etapas jugó 21 partidos y anotó dos goles, ambos en el Torneo 2016/17: a San Lorenzo y Talleres de Córdoba. Por su parte, Miérez también quedó al margen, sin poder competir con Fede González, Carlos Luna, y además arribaron Kevin Ramírez y Diego Vera. Monchi también se estrenó en la máxima categoría en 2016, siendo siempre alternativa desde los relevos: el delantero disputó 30 encuentros y celebró cuatro tantos (Sarmiento, San Lorenzo, Colón y Olimpo).

El destino de ambos está en Croacia, ya que jugarán cedidos a préstamo por un año en NK Istra 1961, conjunto de la primera división del fútbol croata, que si bien no es de gran relieve en Europa, es la liga del actual subcampeón del mundo. Hay que recordar que ambos tienen contrato con Tigre: Miérez hasta 2020 y Cardozo hasta 2021. Ahora, tendrán un año de experiencia europea.