El volante, Piris Da Motta, que la semana pasada cumplió 24 años, siempre tiene un buen desempeño dentro del campo de juego. El nacido en Ciudad del Este llegó al Ciclón a principios de 2017, procedente del Club Rubio Ñú de Paraguay, y aunque le costó arrancar con la azulgrana (incluso se lesionó en su partido debut), supo apropiarse de la mitad de la cancha de San Lorenzo a base de buenas actuaciones. 

Fueron sus buenos rendimientos los que llamaron la atención de Flamengo y su gran billetera. El gigante brasileño, que cuenta entre sus filas con el delantero peruano Paolo Guerrero, posó sus ojos sobre el mediocampista del Ciclón, y quiere hacerse con sus servicios para reforzar el mediocampo. 

Aunque el mismo presidente Matías Lammens dijo públicamente que no estaban dispuestos a vender al guaraní, el Fla no da el brazo a torcer. El vínculo que une al paraguayo con el Ciclón finaliza en junio de 2021, el conjunto brasileño ya arregló con el representante del zagal volante un irresistible contrato imposible de pagar para San Lorenzo, y esperan que con esa maniobra el jugador fuerce su salida. 

Los brasileños ofrecieron poco más de tres millones de dólares por el volante paraguayo, bastante lejos de los siete que pretende la dirigencia azulgrana. Esa es la principal traba que está teniendo en este momento la venta del jugador al fútbol carioca. 

San Lorenzo es dueño del 100 por cien de su pase, del joven volante, aunque en caso de transferirse por más de 1,5 millones de dólares deberá dividirse la venta en partes iguales con el grupo inversor español que acercó al mediocampista. 

De este modo el volante, su representante y el Ciclón deberán esperar si Flamengo sigue insistiendo en la compra del paraguayo, pero en estas horas Da Motta sigue jugando para San Lorenzo.