El 2 de marzo de 2016 comenzó una nueva historia para Boca. Guillermo Barros Schelotto volvió al club, pero esta vez como entrenador para escribir una nueva etapa. En estos dos años consiguió dos títulos (bicampeón del fútbol argentino) y dejó más dudas que certezas.

El Mellizo como jugador era pícaro, atrevido, iba siempre al frente y entendía los momentos de los partidos. En su etapa de técnico en los torneos internacionales y contra River muy lejos estuvo de eso. Con uno de los mejores planteles de América en 2016 perdió la semifinal de La Copa Libertadores contra Independiente del Valle y quedó afuera de local.

Los clásicos son otras de sus deudas. El 14/3 fue un antes y un después para un Boca que en el campeonato local arrasaba. River venía en un mal momento pero su entrenador supo como potenciar al equipo y quedarse con la Supercopa. Barros Schelotto muy lejos estuvo de eso y dejó expuesto que en los partidos importantes todavía le falta la capacidad para saber plantearlos.

A nivel local nada se le puede reprochar fue un justo bicampeón y es uno de los candidatos para quedarse este año con la Superliga. Con el plantel que tiene este año el conjunto Xeneize está claro que el objetivo es otro: la Copa Libertadores, la obsesión que no se consigue hace 11 años.  

Ayer arrancó la primera prueba para Barros Schelotto para revertir su imagen en los torneos internacionales. Libertad, que está último en el torneo de Paraguay y tiene un técnico interino, es la prueba por los octavos de final de La Copa Libertadores. A priori parece fácil pero el Mellizo tiene que cambiar la cara del equipo luego de una primera ronda en la que Boca casi queda afuera del certamen.

Otra de las cosas que hay que reprochar de Guillermo es que se dio cuenta tarde que Agustín Rossi está en un mal momento. El arquero tuvo varios errores que dejaron en preocupación al mundo Boca. El DT lo bancó todo lo que pudo, pero luego de una mala pretemporada en la que se vio que Rossi estaba condicionado, futbolística y psicológicamente trajeron a Esteban Andrada, que lo dirigió en Lanús, para reemplazarlo.

Barros Schelotto tiene contrato hasta diciembre de 2018, pero si logra coronarse en otro torneo seguramente le renovaran el contrato. Hoy arranca su prueba para demostrar que puede revertir la imagen de Boca en los partidos decisivos.

VAVEL Logo
Sobre el autor