Hoy a las 15:45 en Trnava (Eslovaquia) se enfrentarán en un amistoso previo a su presentación en la Copa de Naciones de Europa, la selección de Eslovaquia quien cuenta con Marek Hamsik (Nápoli) como su principal figura, y un equipo inédito danés formado por una mezcla de jugadores de divisiones menores (tercera y cuarta división del país) y seis miembros del club de futsal Jaegersborg, dos de los cuales también están inscritos en clubes de fútbol.

Este equipo improvisado, que será entrenado por el ex centrocampista de Dinamarca John Jensen, es el resultado de un enfrentamiento entre la Asociación Danesa de Fútbol, y el sindicato de jugadores del país por un nuevo convenio colectivo sobre derechos comerciales. A raíz de este problema, además, podría alinear al mismo equipo contra Gales en el primer partido de la Liga de Naciones de la UEFA este fin de semana a menos que se resuelva el problema.

La selección danesa fue duramente criticada por los funcionarios eslovacos, sin embargo, el jefe de DBU, Kim Hallberg, defendió la decisión diciendo que era vital evitar las sanciones de la UEFA por no alinear a un equipo. "Es crucial para el futuro del fútbol danés que podamos jugar los dos partidos internacionales esta semana", dijo Hallberg. Agregó que ser multado o incluso excluido de los partidos internacionales "tendría grandes consecuencias para el fútbol en Dinamarca".

Las partes llevan negociando sin éxito desde el pasado verano un nuevo acuerdo que sustituya al que expiró tras el Mundial de Rusia, en el que Dinamarca cayó en octavos de final.

La discordia se centra en la forma de regular la participación de los jugadores en actos publicitarios de la selección y los posibles conflictos con sus propios patrocinadores personales.

La DBU rechazó en dos ocasiones la propuesta del sindicato de futbolistas de continuar las negociaciones y prolongar el actual acuerdo de forma provisional, y decidió armar una nueva convocatoria con nombres de equipos modestos en menos de dos días, aunque se encontró con la negativa de varios clubes y jugadores.

El acuerdo recién caducado, firmado en 2015, provocó un conflicto en el pasado entre las dos partes por diferencia de interpretación, que acabó con una sentencia del Tribunal de Arbitraje que obligó a la federación a pagar 3 millones de coronas (unos 400.000 euros).

La DBU ya se vio inmersa en un conflicto similar un año atrás con la selección femenina, aunque este centrado en una reivindicación salarial, que provocó la suspensión de un amistoso y no presentarse a un partido de clasificación contra Suecia, lo que fue castigado con una sanción por la UEFA.

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Rodrigo  Desmedt
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