Este viernes, en el estadio José Fierro, el Matador, entonado por su triunfo en Mar del Plata, visitaba al sorprendente Atlético Tucumán, entre los ocho mejores de la Copa Libertadores y en puestos de vanguardia de la Superliga. Una propuesta más que atractiva en un partido importante en los promedios, para ambos.

Desde el comienzo, Tigre trató de pisar con firmeza el campo rival, sin Diego Morales (lesionado) pero con Walter Montillo desde arranque. El Decano, con un equipo fuerte pero no el ideal (ya que jugará Copa la semana que viene), respondía con avances sin mayor peligrpo. Hasta que a los 8 minutos, fuera de contexto, Guillermo Acosta lanzó un centro (tras un pase de Mauro Matos sin tocarla) por la derecha, Gervasio Núñez remató al arco y apareció Luis Rodríguez para empujarla en el área chica al gol, totalmente habilitado, para abrir la cuenta y vencer a Augusto Batalla. Desde entonces, Tigre volvió a tomar las riendas del juego: dispuso de un buen tiro libre un minuto después del gol, que no aprovechó, y Montillo contó con una chance clara entrando por derecha, pero le pegó mordido. El Decano intentó con Acosta rematando de media distancia y no mucho más.

El más activo del visitante era La Ardilla, que no era titular en un partido oficial desde el año pasado, cuando jugaba en Botafogo. Arrancó por derecha y luego se cambió de banda en búsqueda de más contacto con la pelota, con remates al arco, y más juego con los laterales, buscando a Diego Vera, la referencia de área.

Cuando el elenco de Victoria se adelantaba para conseguir el empate, al minuto 39, Ignacio Canuto cometió una falta en el área, Fernando Echenique no tuvo más remedio que sancionar penal y de vuelta, La Pulga lo canjeó por gol. Sin merecerlo, el cuadro tucumano estaba 2-0 arriba en el marcador. Tigre pudo descontar por medio de un centro/tiro al arco de Martín Galmarini, que desvió con lo justo Cristian Luchetti (que hoy recibió una plaqueta y camiseta conmemorativa por llegar a los 200 partidos en Atlético Tucumán).

En el complemento, el Matador salió con todo en búsqueda del descuento y a los 5 minutos, Montillo provocó una mano de Aliendro: penal y gran chance para volver al partido. No obstante, Diego Vera se hizo cargo de la pena máxima y Luchetti le adivinó al intención y le ahogó el grito de gol. Tigre tuvo dos penales en esta Superliga, y ambos los falló (el anterior, Federico González contra Colón). Un baldazo de agua fría, que se profundizó aún más cuando a los 13´ del complemento, con espacios, Pulga Rodríguez tomó la pelota en campo propio, corrió 50 metros y cuando se metió al área, la picó ante la salida de Batalla, para anotar el tercero de la noche, el tercero personal, un golazo, y así liquidar el pleito.

Desde el tercer gol, todo se terminó. Ledesma movió el banco, sin resultados, hasta esperar el inevitable desenlace de una noche negra en la capital tucumana. Atlético Tucumán (líder temporario de la Superliga, con 11 puntos), demostró más jerarquía en los metros finales, cosa que Tigre no. 

El Matador, que venía de cuatro partidos sin derrotas, regresará a Victoria sin invicto, con un trago muy amargo y con un viernes para el olvido, ya que Aldosivi (rival directo) le ganó 2-0 a Estudiantes, y con esta caída, puede quedar aún más relegado en los promedios. Una jornada donde todo salió mal, al orquestado por la gran figura de la fecha, La Pulga. Y Cristian Ledesma, ¿seguirá tras una nueva decepción?