FC Barcelona está atravesando una nueva etapa. Ya sin los pilares que fueron leyenda en el lustro pasado, como Carles Puyol, Xavi Hernández ni Andrés Iniesta, el que sigue con la blaugrana, el nuevo capitán y referente de este equipo es Lionel Messi, que a su 31 años, sigue demostrando que es parte de la elite del fútbol. La Pulga, que en este momento se tomó (otra) pausa de la Selección Argentina, tiene entre ceja y ceja la UEFA Champions League. Como dijo, ya como capitán, en la previa del amistoso contra Boca Juniors en la Copa Joan Gamper, el objetivo principal era sacarse la espina de las últimas ediciones de la competencia europea, esa que el Barça no gana desde 2015, con el agravante que su clásico, Real Madrid, obtuvo las últimas tres ediciones consecutivas.

Messi lleva 106 goles entre las 14 ediciones que lleva jugadas de la Champions. Está a 14 tantos de alcanzar a Cristiano, el líder goleador de este torneo, que tiene 120.

En un grupo muy duro, el Grupo B, que tiene a Inter de Milán y al Tottenham de Pochettino (se enfrentaron en primer turno y ganó el equipo italiano por 2-1 con un tanto de Mauro Icardi), Barcelona empezó su camino continental con una notable producción ante PSV Eindhoven, el elenco holandés (donde juega el mexicano Hirving Lozano, quien la rompió en el Mundial), que a priori es el rival más débil de esta zona, pero que es puntero de la Liga Eredivisie. En el Camp Nou, en un trámite que empezó parejo y que sobre el final terminó imponiéndose la jerarquía del cuadro de Valverde, que apuesta al trío sudamericano en ofensiva por excelencia: el argentino Messi, el uruguayo Luis Suárez y el francés Dembelé.

Postal del trio libre de Messi (Foto: Trome).
Postal del trio libre de Messi (Foto: Trome).

La apertura del marcador llegó a los 32 minutos del primer tiempo. Tiro libre para Barcelona, ideal para la zurda de Messi, quien se convirtió en un especialista en faltas directas, y con un remate certero que pasó la barrera, se metió en el ángulo del arquero Zoet. Luego de la apertura del marcador, el partido se le hizo cuesta arriba al local, que dominaba pero sin profundidad.

El pleito empezó a liquidarse a falta de 15 minutos, cuando apareció Dembelé, que con una excelsa maniobra individual anotó el 2-0, y desde entonces, el combinado culé hizo gala de sus estrellas, a pesar de haberse quedado con 10 hombres por la infantil expulsión del francés campeón del mundo, Samuel Umtiti. No obstante, Barça contaba con del potencial del 10: al minuto 77, tras una buen pase del Iván Rakitic, Leo Messi le dio de primera, de zurda, para el 3-0 parcial, y liquidó todo al minuto 87, aprovechando una asistencia de Lucho Suárez y de derecha, cruzado, el rosarino estableció el 4-0 final, tercero para él, séptima vez que anota tres (o más) goles en un partido de Champions.

Messi repitió un debut de Champions con un hat-trick, como lo hiciera en la edición 2016, en la recordada paliza a Celtic por 7-0. Pasan los años, pero la magia del argentino sigue intacta y tiene una sola meta: llevar a su equipo a la final, que tendrá lugar en el Wanda Metropolitano de Madrid. La Orejona es la obsesión.