Fue un partido raro. Por ser local, la iniciativa debía ser de Unión. Pero ambos equipos promueven sistemas de juego similares, por lo que el primer tiempo y parte del segundo fueron un choque de estilos iguales. Rápidas aperturas a las bandas para abastecer a los delanteros. Santiago Silva del lado del Lobo, y Franco Soldano en la parcialidad unionista.

Habiendo transcurrido mitad del primer tiempo, el juego había entrado en un letargo intrascendente. El partido pasaba más por los quites en el medio y los anticipos aéreos de los defensores que por verdaderas intenciones de ambos conjuntos de generar juego de calidad. Sin embargo, Unión demostraba más claridad en el manejo del balón. A la visita le tomaba más pases y superaciones de marca crear peligro contra el arco defendido por Nereo Fernández, cosa que casi no ocurrió durante la primera parte.

Y cuando ya parecía que el primer tiempo se iba en tablas, Franco Fragapane cruzó un centro desde el vértice derecho del área tripera, que atravesó toda la zona de peligro de Gimnasia. El uruguayo Diego Zabala cazó la pelota y cruzó el remate en el área chica. El arquero Martín Arias no alcanzó a reaccionar. 39’ del primer tiempo y Unión abría el marcador.

En la segunda mitad se vio a un Gimnasia más decidido, que se sabía necesitado de lograr el empate. Pero el estado físico de sus jugadores se vio desgastado demasiado rápido. Sobre esto hay que recordar que casi todos los titulares de esta tarde jugaron el viernes contra Boca por Copa Argentina -salvo Ezequiel Bonifacio-, con menos de 72 horas de diferencia entre un partido y otro.

Entonces, las dificultades para desarrollar juego para la visita seguían siendo grandes. Por su parte, el local se fue refugiando atrás a la espera de un contragolpe que pudiera definir el partido. Y no estuvo lejos de llegar. Rodrigo “Droopy” Gómez -que había entrado en lugar de Nelson Acevedo- tuvo su chance abajo del arco tras un centro desde la derecha. Era la atajada más difícil para el arquero Arias, mas logró tapar el remate, que venía con poca fuerza.

Sobre el final del partido, el venezolano Jan Hurtado, que había ingresado a los 21’ de la segunda parte por Mauro Guevgeozian fue quien más complicó a la defensa tatengue. Demostró verdadera rebeldía y nunca dejó de encarar a los defensores. Y tuvo su gran oportunidad a dos minutos del final. Córner desde la izquierda, y cabeceó solo a pocos metros del área chica. El remate no fue con mucha potencia, pero muy bien direccionado al palo más lejano del arquero. Fernández solo atinó a mirar el balón, que para el alivio de los hinchas de Unión, pegó en el palo y fue después desviado por Yeimar Gómez Andrade.

Con más complicaciones sobre el final de las esperadas, Unión volvió a la victoria después de la derrota con Racing. Además extendió el invicto como local en el estadio 15 de Abril a 17 partidos, contabilizando 10 victorias y 7 empates.