El Libertadores de América, se está convirtiendo en el estadio más lindo de Sudamérica, desde el 2007 donde las estructuras de la “La Doble Visera” eran insostenibles, se caían a pedazos, los vestuarios se inundaban, durante la nefasta gestión de Julio Comparada se tuvo que comenzar las tareas de reconstrucción del estadio. En agosto de ese año la mística Doble Visera comenzó a ser demolida y el ex Presidente de Independiente manifestó: “El nuevo estadio va a estar terminado para el Apertura 2008 y el presupuesto va a ser de alrededor de 10.000.000 de dólares”.

Por supuesto que esas palabras se volaron con el viento como su gestión, pero el Rojo debía por la situación que vivía reinaugurar su cancha, estadio que se inauguró a fines de 2009 sin estar finalizado, con parches por todos lados y con sectores en los que las paredes eran de cartón prensado.

Los 28 millones de dólares de la venta de Sergio Agüero a Atlético Madrid no alcanzaron para financiar las obras: ya se gastaron 35 palos verdes. Desde su desembarco en el club a mediados de 2014, Hugo Moyano se planteó una meta: lograr que la postal del estadio sea idéntica a la de la imagen computarizada del proyecto original. Y lo único que falta para lograrlo es poner el techo.

Durante su gestión se terminó la platea Bochini y sus respectivas troneras, situadas en las esquinas. De esa forma, la capacidad del estadio ascendió a 52.777 espectadores, aunque está habilitado para 50.595. 

A pesar de que la devaluación del peso que amenazaba con ponerle un freno a la licitación, el presidente aseguró que la situación económica del país no va a detener las obras. “Hice una promesa y la voy a cumplir. No me voy a ir de Independiente sin el estadio techado. Ya estamos trabajando para concretar ese sueño que tenemos todos”, aseguró. Según Moyano, todo estará finalizado en diciembre de 2021. Por lo pronto, desde hace varios días se están construyendo cuatro canchas de entrenamiento en Villa Domínico.

Independiente, el Orgullo Nacional, tiene de a poco los papeles al día un equipo que funciona como un reloj y seguramente una cancha que va a superar las expectativas de muchos.