Luego de un año entero de competencia llegó la instancia definitoria de la Copa Libertadores de América y no lo hizo sola, llegó con una sorpresa histórica. Boca y River, River y Boca, el superclásico argentino, los dos más grandes del país sudamericano se verían las caras para disputarse la corona del torneo más importante del continente.

Tras un partido de ida con muchas complicaciones climáticas, donde los equipos empataron 2-2, este sábado 24 correspondía que se juegue la vuelta de la “Super Final”, en el estadio Monumental. Pero no fue.

Cuando la delegación del Club Boca Juniors se acercaba al estadio, una manada de hinchas de River los esperaba para embestir el micro con el lanzamiento de diversos objetos. Los proyectiles y los gases con los que reaccionó la policía al hecho afectaron física y mentalmente al plantel Xeneize.

Minutos después del violento acontecimiento comenzó la confusión, el partido se postergó dos veces, se realizaron dos reuniones con diferentes directivos de CONMEBOL y el mundo, un jugador fue llevado a un hospital, para luego volver. La gente esperó y finalmente se volvió a sus casas con el encuentro postergado para el domingo, pero tampoco se jugó, ya que el club afectado en el incidente volvió a manifestarse en contra de la realización.

Aún estamos a la espera de saber que pasara, dicen se jugará el 7 u 8 de diciembre, en una sede neutral, pero no se sabe con seguridad. En el mientras tanto, redactores de la sección River, Boca e incluso otros espacios de VAVEL Argentina se unieron en este debate para expresar su opinión ante los hechos.

Pablo Ochoa | @PabloOchoaOk : "La responsabilidad es del sistema de seguridad que no actuó de la mejor manera"

Lo que ocurrió con el micro de Boca fue lamentable. ¿Pero de que nos sorprendemos?. Las apedreadas a los colectivos que trasladan a los clubes a los diferentes estadios, lamentablemente son moneda corriente. Sin ir más lejos, luego del partido de ida de esta Final de Libertadores, algunos hinchas de Boca lanzaron proyectiles hacia el micro de River y de milagro no lastimaron a ningún jugador.

La dirigencia del Millonario no tiene la culpa de que algunos inadaptados lanzen proyectiles. Primero porque la responsabilidad es del sistema de seguridad que no actuó de la mejor manera. De hecho, hasta gobernantes de la CABA salieron a culparse ellos mismos por el fracaso en el operativo policial. Hay que tener en cuenta que el colectivo del Xeneize dobló en donde estaban muchos aficionados de la Banda. ¿Por que no evitaron esa zona y así impedir la agresión? Muy extraña esa parte.

Otro motivo por el que la dirigencia de River es inocente y el club no debe perder la copa en el escritorio, es porque el incidente ocurrió a 600 metros del Monumental y antes del vallado de seguridad. También, hay algunos futbolistas de Boca que no son inocentes. Tanto Carlos Tévez como Fernando Gago, provocaron desde adentro del micro a los hinchas del Millonario, al hacerles gestos obscenos. Está clarísimo que los hinchas violentos se portaron mal, sin embargo algunos jugadores de Boca incentivaron a la violencia, tanto en ese momento como horas más tarde cuando Tévez y Darío Benedetto acusaron a los dirigentes de River de corruptos y mancomunados a la Conmebol. Sumado a que Nahitan Nández entró al vestuario al grito de: "Gallinas pu@#!".

Sin dudas que esta Final de Copa Libertadores quedó manchada por este hecho. Ni el sábado, ni el domingo podía jugarse la Finalísima, porque era desventaja deportiva para el visitante. Queda un partido decisivo y debe jugarse en igualdad de condiciones. El hecho de que Boca gane la copa en el escritorio, dejaría un sabor amargo a ambos: River por que la pierde y Boca por que la gana sin jugar. ¿Los hinchas de Boca podrían festejar eso?, ¿Si en vez de dejarles sabor amargo a los dos, no se intenta darle una alegría a quién sea mejor en el próximo partido?. Eso si: se debería jugar en el estadio Monumental y con público local, acompañado de un responsable y reforzado operativo de seguridad que cuide al plantel de Boca.

Salvador Medina Preciado | @salvadormepre : "La final del mundo, terminó siendo la final más larga del mundo"

Era la oportunidad de oro para que el fútbol mundial pusiera sus ojos en Latinoamérica. No había mejor escenario posible que el de un superclásico argentino en la final de la Copa Libertadores de América, nuestra Champions League, nuestro sello, nuestra pasión, nuestro sentido de pertenencia y arraigo a un deporte que tanto nos dice y nos transmite.

Que pena que la final inédita entre River y Boca tenga que pasar por la más grande miseria y oscura realidad, la última final en un ida y vuelta, terminó siendo un cumulo de idas y vueltas que solo nos revuelve el estomago, la final del mundo terminó siendo la final más larga del mundo y la que lamentablemente no se recordará como debería y merecía ser, yo me creía afortunado porque era un buen momento para estar vivo, ahora ya solo es pan con lo mismo.

Lamentablemente, hoy no se habla de un equipo campeón, sino de quien tiene más culpa de los sucedido, escuchamos a los dirigentes echarse la culpa como si se tratara de un juego infantil, del tal “Caverna” líder barra brava de River que se dice autor intelectual de la vergüenza de América, se habla de los trasfondos que tiene todo esto. Pero finalmente no se dice nada, comunicados y más comunicados que ya no sirven para nada, a estas alturas cuando el sueño de ver una espectacular final se ha roto.

Luis Ariel Acosta Montero | @LAAMOficial : "No observan como muere el deporte y sigue la violencia"

Con lo ocurrido en los días 24 y 25 del corrientes mes, no solo se vio un nuevo atentado contra jugadores argentinos, quienes fueron agredidos por propios compatriotas a los cuales en estos casos se lo denomina fanáticos de cierto equipo, rival al plantel atacado.

Es ser redundante decir algo obvio como la falta de seguridad donde no hubo patrulleros de autos o camionetas, solo motos, ni cuerpos policiales cuidando las veredas para que los equipos lleguen bien. Nuevamente se vivió un hecho como hace 3 años, algunos dicen que no y otros que si; lo cierto es que los medios operativos para llevar a cabo la violencia siempre serán similares, lo único que cambia es el momento o el contexto.

Si es verdad, que nadie ve las similitudes de los casos planteados en los diferentes años y lo que sucede con la seguridad para los partidos; y mucho menos observan como muere el deporte y sigue la violencia, además del negocio sobre cierta disciplina. Esto último mencionado, se puede oír y observar atentamente con las declaraciones del presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, en donde detrás de sus palabras pronunciadas se ve que lo único que interesa es el “SHOW DEL NEGOCIO EN EL DEPORTE” y se puede ver que no existe el interés por el fútbol, por el bienestar de los jugadores y reglamento.

Pese a que puede estar en segundo plano el tema reglamento, si a veces no se cumple solo queda una pregunta que hacer: ¿En qué condiciones se juega dicho deporte? Cada uno se encontrará sujeto a la respuesta pero lo cierto es que los cuerpos orgánicos de la CONMEBOL y de los clubes no hacen nada para que se pueda terminar con la enfermedad de la “Vendetta” y de jugar como se debe al procesar como se debe el reglamento para llevar un adecuado juego y que realmente domina el show del deporte que tanto convoca.

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