En una jornada que quedará para los libros, la Confederación Sudamericana de Fútbol resolvió que el reclamo de Boca Juniors de pedir los puntos a raíz de los graves incidentes del sábado pasado quedó desestimado y que la revancha de la final de la Copa Conmebol Libertadores Bridgestone, que debía jugarse en el Monumental, finalmente será en el estadio Santiago Bernabéu, el domingo 9 de diciembre (16.30 hora argentina).

No será la primera vez que La Banda visite el estadio de Real Madrid, donde no juega desde el año 2003. En aquella jornada, el Merengue fue el anfitrión de un partido amistoso válido por el Trofeo Bernabéu en homenaje al 50° aniversario del debut de Alfredo Di Stéfano (quien presenció el partido) en Real Madrid, e invitaron a River, donde La Saeta Rubia también descolló.

El 23 de septiembre de 2003, ante una multitud de ambas parcialidades, la pelota se puso en marcha y Los Galácticos, con un equipo realmente impresionante, impusieron su jerarquía y ganaron por 3-1. Santiago Solari, ex River y actual entrenador de Real Madrid, abría la cuenta para el dueño de casa. Javier Portillo, por duplicado, ponía las cosas 3-0 y sobre final llegó el gol del honor, obra de Lucho González, quien había entrado en el segundo tiempo. El Millonario, dirigido por Manuel Pellegrini, alineó así: Franco Costanzo; Eduardo Tuzzio, Horacio Ameli, Fernando Crosa, Kilian Virviescas; Guillermo Pereyra, Javier Mascherano; Eduardo Coudet, Daniel Ludueña; Alejandro Domínguez y Fernando Cavenaghi. En tanto que el Merengue, por entonces comandado por el portugués Carlos Queiroz, puso a este equipo: César Sánchez; Míchel Salgado, Iván Helguera, Rubén González Rocha, Roberto Carlos; Guti, David Beckham; Antonio Núñez, Santiago Solari, Zinedine Zidane; Javier García Portillo.

Los goles